El gobierno federal anunció el jueves que proporciona asistencia consular a tres hermanos mexicanos presos en Malasia bajo cargos de producir metanfetaminas y que podrían enfrentar la pena de muerte.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó en un comunicado que la embajada de México en Malasia se mantiene en comunicación con el abogado defensor de los hermanos González Villarreal “para continuar proporcionando la asistencia consular que proceda”.
Los hermanos José Regino, Simón y Luis Alfonso fueron arrestados junto con un malayo y un singapurense en marzo de 2008 en una fábrica de Johor, al sur de Malasia, donde la policía localizó más de 29 kilogramos de metanfetaminas.
El tráfico de drogas en esa nación asiática conlleva la pena de muerte en la horca.
La Corte Suprema de Malasia tiene prevista una audiencia el 27 de abril para escuchar a la defensa de los acusados.
La cancillería mexicana refirió que originalmente fueron detenidos seis mexicanos en 2008, a quienes aseguró que visitó personal de la embajada para verificar su estado físico, corroborar su nacionalidad y cuidar que se respetaran sus derechos fundamentales.
Aseguró que la representación diplomática les ofreció contratar abogados, aunque los detenidos dijeron que lo harían por sus propios medios.
Personal consular se entrevistó con ellos en otras cuatro ocasiones hasta octubre del 2010.
La SRE señaló que tres de los mexicanos, a quienes no identificó, fueron excarcelados y deportados en el segundo semestre de 2010.
Los hermanos aún detenidos contrataron en enero de 2011 a un nuevo abogado, con quien autoridades mexicanas ya entraron en contacto, refirió la dependencia.
“El gobierno de México reitera su indeclinable compromiso con la protección de los derechos de los mexicanos en el exterior, sin prejuzgar la posible culpabilidad o inocencia de los acusados”, agregó.
Las autoridades de Malasia han dicho que la fábrica donde fueron detenidos habría sido utilizada para producir metanfetaminas, debido a que además de la droga había productos químicos y equipos para fabricarla.
El tribunal supremo de esa nación resolvió el mes pasado que no era razonable concluir que era pura coincidencia que los hermanos mexicanos, que estaban en Malasia con visas de turistas, estuvieran en la fábrica durante la redada.
AP