Pese a las medidas recién aplicadas por el gobierno de Estados Unidos para frenar el flujo de armas hacía México, dicha actividad ilícita continúa sin control alguno en la zona fronteriza entre ambos países.
Una investigación de la agencia AP revela que en dos años, una nueva iniciativa para reforzar las inspecciones de viajantes que cruzan la frontera sur ha interceptado apenas 386 armas, una mínima parte en comparación con las aproximadamente 2,000 que se introducen a México cada día.
Desde marzo de 2009 y a petición de la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, los agentes de la dirección de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), quienes suelen dedicarse a revisar personas y vehículos que entran a Estados Unidos, han formado equipo con integrantes de la Patrulla Fronteriza para inspeccionar también a los viajantes que dejan el territorio estadounidense.
Sin embargo, los resultados de esa medida han sido pobres, ya que los agentes apostados en todos los cruces a lo largo de la frontera de 3 mil 200 kilómetros sólo han logrado confiscar 386 armas hasta septiembre de 2010.
Por su parte, La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), reportó haber decomisado 2 mil 633 armas en el 2009 en sus oficinas en los cuatro estados del suroeste que colindan con México.
Un estudio realizado en noviembre del 2008 por The Brookings Institution, un centro investigador con sede en Washington, declaró que 2 mil armas estadounidenses se introducen a México cada día.
Del otro lado de la frontera, el gobierno de México incautó más de 32 mil armas de septiembre del 2009 al 31 de julio del 2010. En México se requiere de un permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para adquirir un arma.
Con información de AP