El periódico Milenio destaca que más de mil 500 soldados de las Fuerzas Especiales del Ejército están desaparecidos sin que actualmente se sepa su paradero o si se han unido a las filas del crimen organizado.
“Son desertores”, aseguró la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que reportó que en los últimos dos años, en algunos momentos críticos de la guerra contra el narcotráfico, se ha perdido la pista a 121 soldados de élite.
Desde 2000 un total de mil 680 integrantes de los Batallones de Fuerzas Especiales y los Grupos Anfibios de Fuerzas Especiales (Ganfes) del Ejército han abandonado las filas militares y están catalogados como evadidos, de acuerdo con estadísticas de la Defensa Nacional obtenidas mediante una solicitud de transparencia hecha por el diario.
En promedio, la Sedena cerró la década pasada con una pérdida anual promedio de 168 comandos. La gama puede ir desde francotiradores, paracaidistas, expertos en supervivencia y analistas de inteligencia hasta soldados especializados en reacción rápida.
La Defensa Nacional reconoció que no se ha creado un programa para dar seguimiento a los desertores ni existe forma de saber adónde fueron a parar estos militares.
Cifras oficiales destacan que los salarios del Ejército han aumentado en un 115 por ciento desde 2006.
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