El Universal destaca en primera plana que el crimen organizado opera en instalaciones aeroportuarias del país para robar turbosina, la cual utiliza después en sus propios aviones o comercializa ilegalmente.
El director de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, reconoció la existencia de un “mercado negro” dentro de los propios aeropuertos a través del “robo hormiga” de combustible, en donde participan empleados del propio organismo y a pesar de tratarse de un entorno “muy controlado, muy vigilado y con mucha seguridad”.
Información de la Policía Federal Preventiva proporcionada vía Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), revela que la turbosina es uno de los combustibles con mayor demanda entre los ordeñadores de ductos en el país; en la solicitud número 0002200129207 se detallan pérdidas por robo de diesel del orden de 5 mil 400 litros diarios; gasolina, 28 mil 610 litros; y de turbosina 58 mil 136 litros.
A un precio de 10 pesos por litro, las pérdidas diarias por robo de turbosina serían del orden de 581 mil pesos y al año 212 millones de pesos, señala el diario.
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