El periódico Excélsior destaca en primera plana un reporte de la cadena de televisión CBS en el que se señala que el contrabando “tolerado” de armas hacia México, desde Tucson, Arizona, se habría iniciado al menos un año antes de que comenzara el proyecto Fast and Furious (Rápido y Furioso).
Mientras el senador Charles Grassley demandaba el martes que se inicie una investigación independiente de la operación y que la Casa Blanca se dijera ignorante del operativo, la corresponsal Sharyl Attkysson precisó que la CBS tiene en su poder una fotografía “que muestra una asombrosa exhibición de armas de alto poder, desplegada para presuntos sospechosos de ser compradores de cárteles mexicanos de la droga”.
La operación Rapido y Furioso, en el marco del programa Gunrunner (Contrabandista de armas), permitió que mil 998 armas de alto poder fueran adquiridas por sospechosos de ser traficantes de armas, la meta era ver si terminaban en poder de los cárteles.
El agente de nombre John Dodson, de la agencia federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF, por sus siglas en inglés), asignado a la oficina de Phoenix en 2010, afirmó para CBS que tenía como obligación detener el flujo de armamento hacia el sur en la frontera.
Dodson denunció que a la agencia ATF se le ordenó, desde los círculos más altos del Departamento de Justicia, permitir el paso de armas de EU a México para observar quién las recibe y con ello construir el caso legal y enfrentar a los criminales.
Leer la nota completa en Excélsior.