Zacatecas, Zacatecas.- No deja de dar autógrafos, Andrés Manuel López Obrador firma libros cual afamado escritor.
Ahí entre los suyos soltó una palabra: Ambición; pero no para referirse a sí mismo sino a la raíz del pleito entre Carlos Slim, el mexicano más rico del mundo y los “dueños de la televisión” en el país.
“Ha llegado la ambición a tal extremo que ahora se están peleando entre ellos, se cumple el dicho de que cuando se reparte mal el botín, hay motín, Slim es dueño de un monopolio y Emilio Azcárraga es dueño de otro”.
Vestido de pantalón azul y camisa a rayas el excandidato a la Presidencia en 2006 se dijo partidario de la libre competencia.
“Planteamos que haya competencia, si Slim quiere tener un canal de televisión que pueda lograrlo y así cualquier ciudadano que lo solicite, que no sólo haya un duopolio de la tele sino que haya 15 o 20 concesiones de televisión y que los periódicos puedan tener televisión.
“Y que también si Azcárraga y Salinas Pliego quieren participar en el negocio de la telefonía que lo puedan hacer, que nadie se los impida”.
Para Obrador los consumidores, al final serán los principales beneficiados del agarrón entre Slim y Azcárraga.
“Con la competencia se beneficia el consumidor hoy por el teléfono y la televisión debido a los monopolios el pueblo paga precios exagerados, si se termina con los monopolios los consumidores pueden ahorrar hasta el 10% de sus ingresos, eso ya lo tenemos estudiado”.
Sentada en el suelo, atrás del templete donde López Obrador habla, está Perla Hernández, llegó al lugar en camión con otras 36 personas, para el camino le dieron panecito con refresco.
“Nos dicen que votemos por López Obrador”, comenta la mujer; pero lo que ella quiere es ayuda para la compra de medicinas a su nieto de seis años que padece constantes ataques epilépticos. “En el campo estamos muy fregados mi marido no tiene trabajo”
¿Por quién va a votar?, le pregunto a doña Perla. “Uno no sabe ni qué”, responde.
Pedro Valdez tampoco piensa en las elecciones del 2012, pues hoy tiene la prioridad de sacar a su hija de la anorexia que la mantiene internada en el hospital Occidente de Jalisco, al borde de la muerte.
“Tengo a mi hija con desnutrición y anorexia internada, no tengo dinero, no sé cuanto m e vaya a costar, soy campesino pero no hay cosechas, no sé qué hacer”, se lamenta el agricultor oriundo del municipio de Santa María de la Paz, al sur de la entidad.
Mientras algunos de sus seguidores padecen por la pobreza, López Obrador hoy prefirió guardar silencio sobre la disputa por la dirigencia nacional del PRD “En eso no me meto yo”.
¿Marcelo Ebrard será candidato del Presidente Calderón como dijo Manuel Espino?, se le cuestinó.
“No lo creo, Calderón quiere a alguien de la mafia del poder, seguro una persona como Elba Esther Gordillo”, respondió a manera de sarcasmo.
En cambio reprochó el impulso que Jesús Ortega hace para que el partido concrete una alianza con el PAN para los comicios en el Estado de México.
“No queremos alianzas, no podemos permitir que el PRD termine como partido palero de la mafia del poder, hay un contubernio de las dirigencias del PRD y PAN con Felipe Calderón, una alianza PAN-PRD no puede ser, no tendríamos vergüenza, nosotros queremos construir un proyecto distinto”.
Obrador dijo que se quedó en el PRD por respeto a los militantes y para impedir una alianza con los panistas.
“Nada de PAN ni PRI, estamos en un momento de definición, Calderón y Peña Nieto son lo mismo, Manlio Fabio Beltrones y Elba Esther Gordillo, son lo mismo, los priistas de arriba son ladrones, los panistas de arriba son rateros”. Emergió la ovación.
Aseguró que antes del inicio de las campañas oficiales por la Presidencia de la República alcanzará 4 millones de seguidores con su Movimiento de Renovación Nacional, (Morena).
“Ese movimiento es el que nos permitirá evitar que la mafia nos vuelva a robar la Presidencia porque ahora sí tendremos representantes en todas las casillas”.
“Con 20 millones de promotores ganaremos la Presidencia de manera pacífica”, deseó antes de retirarse. El recinto se vació en unos cuantos segundos.
Obrador partió escoltado por guarda espaldas y políticos como el senador Ricardo Monreal y el exgobernador Arturo Romo Gutiérrez, quien a la sombra del tabasqueño busca recuperar la vigencia perdida.