Los productores de soya en Chiapas se encuentran en quiebra, ya que el año pasado las lluvias ocasionaron que solamente se pudiera sembrar un tercio de la tierra destinada para ese cultivo.
El representante de la Unión de Ejidos “Emiliano Zapata”, César Ozuna Estudillo, dijo que la entidad ocupa el segundo lugar nacional en producción de la leguminosa, con unas 15 mil hectáreas sembradas en la región del Soconusco, pero que también han sido afectadas por los cambios climáticos que han ocurrido en el país.
Mencionó que la intensa lluvia de 2010 impidió incluso que se pudiera utilizar maquinaria para la cosecha y que gran parte de la semilla que había para sembrar se echara a perder, por lo cual tampoco pudieron cubrir los créditos que solicitaron para la compra de los insumos.
A su vez, refirió que hay dependencias de gobierno “que nos están amenazando con demandas si sembramos con semillas que nosotros mismos estamos produciendo”.
Explicó que cada productor necesita de alrededor de 50 kilogramos de semilla de soya para cultivar una hectárea, pero la transnacional Monsanto tiene acaparada la venta y los permisos que los productores requieren.
“Si queremos sembrar soya le tenemos que comprar a esa empresa o de lo contrario no tenemos los permisos oficiales para hacerlo”, insistió.
Sin embargo, continuó Ozuna Estudillo, comprar la semilla a Monsanto les representa un gasto de alrededor de 40 pesos por cada kilogramo, “cuando nosotros mismos la podemos producir a cinco pesos”.
Lamentó que sean dependencias de gobierno las que orillen a los productores a caer en manos de la transnacional, “con la justificación de que no contamos con los permisos de siembra, lo cual solamente tiene en su poder esa empresa”.
Por eso, llamó a los gobiernos federal y estatal se hagan las gestiones pertinentes y permitan a los soyeros de Chiapas poder producir sus propios insumos, “que no queremos para comercializar, sino para poder superar la crisis económica en la que hemos caído”.