Firmes aspirantes a competir por las candidaturas presidenciales en sus respectivos partidos, las administraciones del jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, fueron analizadas por la Auditoria Superior de la Federación (ASF), órgano que evidenció quién de los dos mandatarios ha sido menos transparente en el manejo de las finanzas y el tipo de operaciones que efectuaron en el 2009 y que pudieron haber ocasionado un deterioro al erario público.
En el caso del Distrito Federal, la ASF fiscalizó 8 de los fondos y apoyos económicos que la federación le entregó para la puesta en marcha de programas sociales, educativos, de seguridad pública e infraestructura urbana, mientras que en la entidad mexiquense se aplicaron 9 auditorías para revisar los gastos erogados para los mismos fines.
En suma, el órgano fiscalizador emitió 304 observaciones para las dos entidades, siendo la ciudad de México la que encabezó la lista con 170. En el renglón de recomendaciones ofrecidas con motivo de anomalías detectadas, la administración del perredista Marcelo Ebrard volvió a ocupar el primer sitio con 56 asuntos, mientras que en el estado gobernado por el priista Enrique Peña se elaboraron 32.
Millonario déficit
Los números de la Auditoría sin embargo, también revelan que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) fue la administración que más solventó sus observaciones, pues una vez emitidas tomó cartas en el asunto para aclarar 66 acciones. El gobierno mexiquense por su parte, solventó 58 de las 134 observaciones que le hizo el órgano fiscalizador dependiente de la cámara de diputados.
Del dinero que pudo haberse desviado o ser mal utilizado durante la implementación de los programas, se concluyó que en el caso del Estado de México la suma es de 12 mil 240.5 millones de pesos, mientras que en el GDF la cantidad es de mil millones de pesos.
El déficit detectado, generó que por separado la ASF solicitara a Peña Nieto y a Ebrard Casaubón la pronta devolución de los recursos o en su defecto, la reparación de los daños ocasionados a las finanzas públicas manejadas por dos de los más fuertes aspirantes en sus partidos –el PRI y el PRD, respectivamente-, a competir por la presidencia de México en 2012. Por lo pronto, antes de aspirar a un nuevo cargo, los dos políticos tendrán que subsanar los hoyos que se detectaron en las finanzas de 2009.
Peña Nieto, más irregular que Marcelo
Los recursos que la ASF revisó de los dos gobiernos capitalino y mexiquense, forman parte de los apoyos que en el 2009 la Federación le entregó a los diferentes estados del país para la puesta en marcha de programas que permitan combatir la pobreza, realizar obras públicas e invertir en materia de seguridad, educación y salud. Es el caso del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB), cuya operatividad fue la que más inconsistencias registró en los informes de los auditores. Tanto Ebrard como Peña Nieto incurrieron en una serie de faltas en el manejo de los recursos, de ahí que las irregularidades detectadas se cuantifiquen en más de 8 mil millones de pesos.
Según el análisis de la ASF, el gobernador mexiquense es el que más irregularidades presentó en la cuenta. En 17 de sus operaciones, la Auditoría “presume un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal”. Una de las faltas más graves es la desaparición de mil millones de pesos.
Con todo y que la Auditoría explica que la Federación transfirió recursos por 16 mil 177 millones de pesos, “existe una diferencia de 1 mil 198 millones 41 mil pesos no transferidos, y para los cuales no presentó documentación comprobatoria de su aplicación en la educación básica y normal”.
Además, se menciona que las autoridades estatales solventaron millonarios sueldos a empleados de la educación, a quienes nunca se les encontró en sus lugares o centros de trabajo. Una muestra son los 331 millones de pesos que pagaron “a 948 personas adscritas a 513 centros de trabajo que no fueron localizadas en el catálogo de centros de trabajo” de la Secretaría de Educación en el Estado.
El probable daño causado a la Hacienda Pública, fue lo que la ASF tomó en cuenta para que concluyera que los colaboradores del gobernador mexiquense no cumplieron su compromiso de resguardar correctamente los recursos. Finalmente la cuenta fue negada. En el caso de Marcelo Ebrard fue lo contrario. A pesar que se detectaron anomalías en sus cuentas por cerca de 300 millones de pesos, los auditores consideraron que serían subsanadas y calificaron como “limpio” el dictamen final.
Más negativas
Las aportaciones a salud no fueron las únicas cuentas rechazadas en el Estado de México. Ideado para apoyar las finanzas públicas como por ejemplo el pago de la deuda, además de apoyar la investigación, el desarrollo científico y la modernización de los registros públicos en los estados, el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de las Entidades Federativas (FAFEF) fue otra de las cuentas negadas a Peña Nieto.
La ASF detectó anomalías por 2 mil 628 millones de pesos. Se dice que las autoridades estatales utilizaron estos recursos para el pago de intereses de la deuda pública, pero no aportaron “elementos sobre si la aplicación del recursos tuvo un impacto favorable en la fortaleza de las finanzas públicas del estado”.
A Marcelo Ebrard también le negaron esta cuenta. En su caso la ASF detectó irregularidades por más de 548 millones de pesos. En una de sus conclusiones, presume “un probable daño o perjuicio o ambos a la Hacienda Pública Federal” por 267 millones de pesos que fueron retirados de la cuenta bancaria donde se encuentra el dinero del Fondo. “No hay evidencia de su devolución a la cuenta del fondo”.
Encarrerados por las candidaturas que se avecinan, el jefe de gobierno en el Distrito Federal y el gobernador mexiquense primero tendrá que subsanar las millonarias anomalías en sus cuentas públicas 2009 y entregar las de 2010, antes de ir a buscar la silla presidencial.