El presidente Felipe Calderón Hinojosa advirtió que la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles ponen en riesgo la sustentabilidad de cualquier sistema de salud, no sólo de un país en desarrollo, sino de hecho “es financieramente inviable para cualquier sistema de salud”.
Al clausurar la Consulta Regional de Alto Nivel de las Américas contra esas enfermedades, el mandatario dijo que en México se tiene un costo estimado de atención a la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles en tres mil 500 millones de dólares al año.
“De no hacer nada podrían ser más de seis mil 500 millones de dólares al final de esta misma década y el costo hacia futuro se hace incalculable”, subrayó.
Calderón Hinojosa señaló que “ningún sistema de salud puede sostener el tratamiento y la atención médica adecuadas para un padecimiento generalizado de enfermedades cardiovasculares, cáncer, o generalizado también en diabetes”.
Ello, resaltó, “por la necesidad de mantener y pagar hemodiálisis, tratamientos constantes, es simplemente impagable, por muy rica que sea una sociedad”.
Acompañado por el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, el titular del Ejecutivo federal insistió en que la lucha contra esas enfermedades debe ser diaria, decidida y compartida por las naciones.
“Hay que sacudir la conciencia mundial sobre la importancia de cerrar filas para luchar contra la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles. Lo dramático de ello es que se requiere cambiar los patrones de conducta y los referentes culturales incluso de nuestras naciones”, expresó.
Mencionó que se trata de una labor “titánica”, pero que se tiene que hacer de manera conjunta, pues si para cualquier persona resulta difícil bajar de peso, “es también increíblemente complejo hacer bajar de peso a toda una nacion”, o por lo menos habituarla a mejores prácticas alimenticias.
Ante ministros de salud de las Américas y la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, indicó que ello habla de la dificultad que se tiene enfrente y la necesidad de crear conciencia “y este es el primer paso”, de lo grave del problema y de la importancia de resolverlo.
Sostuvo que además de lo que la ciencia médica nos puede dar y orientar, se necesita “despertar” a las sociedades, las empresas, los legisladores, sindicatos, escuelas, sobre la importancia de mejorar la calidad de vida de niños, hombres y mujeres.
El presidente Calderón refirió que en México “es clarísimo” que el 90% de los casos de diabetes son atribuibles al sobrepeso y a la obesidad, lo que constituye una realidad, ante la cual “no podemos cerrar los ojos”.
Hizo ver que las conductas poco saludables en la población, el cambio en la alimentación, la falta de actividad física y ejercicio, el tabaquismo, el alcoholismo, la farmacodependencia y la vida sedentaria, entre otras, son uno de los mayores retos en materia de salud pública y desencadenan muchas de las enfermedades crónicas no trasmisibles.
Dijo que el sobrepeso y la obesidad duplican o triplican el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, lo que es un “poderoso” instrumento para tomar cartas en el asunto.
El presidente sostuvo que los estilos de vida que provocan estos padecimientos constituyen una pérdida sensible en la calidad de vida de la población, pues evitan que la gente disfrute de los espacios públicos que tiene a su alcance, inhiben las relaciones humanas y distorsionan los hábitos saludables de las personas.
Resaltó que la calidad de vida de pacientes con enfermedades crónico degenerativas los condena a vivir dependientes de sus tratamientos incómodos, con pruebas de control periódicas y una rutina que los aleja de una vida plena.
En México el porcentaje de sobrepeso y obesidad se ha triplicado en los últimos 30 años, y se calcula que 70 % de los adultos están excedidos de peso. Esta problemática se ha extendido a los niños entre cinco y 11 años de edad, pues 4.5 millones la padecen, lo que hace que México ocupe el primer lugar en obesidad infantil, puntualizó.