Líderes latinoamericanos abogan por la paz en Libia
El presidente peruano Alan García el sábado pidió a la ONU actuar contra el presidente Moamar Gadafi de Libia, a quien calificó de “dictadorzuelo”, en tanto el mandatario venezolano Hugo Chávez reiteró ser amigo de Gadafi pero se abstuvo de manifestarle expresamente su apoyo.
A su vez, el gobierno de Ecuador exhortó a la comunidad internacional a respetar la soberanía de Libia.
“Hemos solicitado con nuestro representante en las Naciones Unidas que el organismo actúe ya”, dijo García a periodistas tras una actividad pública.
“No podemos prestarnos al juego de estos dictadorzuelos que se quedan 32 años (sic), es verdaderamente asqueroso ver esas reelecciones sucesivas manipuladas que hacen tanto daño”, añadió.
“Lo que hay (en Libia) …es una dictadura carnicera” y no se puede “estar siendo espectadores de bombardeos de aviación militar sobre poblaciones civiles”, dijo el gobernante.
Perú rompió relaciones con Libia el miércoles en protesta por la violencia que, adujo, Gadafi ha desatado contra su pueblo.
En Caracas, citado en un comunicado oficial, Chávez recordó que lo une a Gadafi una profunda amistad, y dijo que los venezolanos quieren “la paz para la Libia, la paz para todos los pueblos de todo el mundo”.
“Envío un rezo por la paz y ojalá consigan el camino de paz “, expresó.
Chávez aclaró que “no puedo decir que apoyo, que estoy a favor o aplaudo cualquier decisión que tome cualquier amigo mío en cualquier parte del mundo”.
Resaltó que el gobierno venezolano ha guardado un prudente silencio por lo que llamó una desinformación, por parte de los medios de comunicación occidentales.
“Porque estamos acostumbrados al manejo mediático mundial. Tenemos que estar en contra de la manipulación”, agregó.
El jueves, el canciller venezolano Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos y su aliados de fomentar la rebelión popular en Libia para justificar una invasión dirigida a tomar el control de sus reservas de petróleo.
En Quito, la cancillería ecuatoriana emitió un comunicado en que condenó los actos de violencia registrados en Libia al tiempo que pidió a la comunidad internacional respetar la soberanía de la naciones, en rechazo a cualquier resolución que permita una “intervención extranjera” en ese país.
Agregó que si bien apoya el consenso reflejado en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre la posible suspensión de Libia del Consejo de Derechos Humanos “debe ser tratado con mayor profundidad” pues podría generar precedentes y ser “utilizado políticamente contra otros países”.
Reiteró el llamado a la comunidad internacional para no permitir que se “legitime una posterior intervención en Libia”.
Cuba, por intermedio de Rodolfo Reyes, representante de la isla ante el Consejo de derechos Humanos, expresó el viernes en Ginebra, que “a todos nos preocupa la pérdida de vidas humanas y los daños provocados a la población civil por el conflicto que hoy se desarrolla en Libia. Nadie que actúe con honestidad puede estar de acuerdo con la muerte de civiles inocentes, lo que rechazamos de manera tajante en cualquier lugar del mundo que suceda”.
Y agregó que “Cuba denunció desde el primer momento los planes de ocupación de Libia y rechaza categóricamente cualquier maniobra que favorezca tales propósitos”.
En tanto el canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó el pasado miércoles que “algunos políticos y medios de prensa norteamericanos están incitando a la violencia, a la agresión militar y a la intervención extranjera” en esa nación africana.
AP*
