La Auditoría Superior de la Federación (ASF), como parte de la revisión de la Cuenta Pública 2009, no dejó atrás la verificación de la construcción de la nueve sede del Senado de la República. Y aunque, según resultados generales, el Senado “cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la planeación, programación, presupuestación, licitación, contratación, ejecución y pago de las operaciones”, sí presentó algunas irregularidades tanto fiscales, como físicas.
A grandes rasgos, la ASF determinó un sobreejercicio de 54 millones 286 mil ocho pesos –los cuales no fueron reportados en la Cuenta Pública 2009- y registró deficiencias en la calidad de algunos trabajos.
Animal Político realizó una disección de lo documentado por la ASF en relación a la construcción de la nueva sede del Senado. Aquí los resultados:
*En el Presupuesto de Egresos de la Federación 2009 se autorizaron recursos por 300 millones de pesos. Sin embargo, se reportó un gasto de 410 millones de pesos, es decir, 110 millones de pesos más de lo previsto o 36.7% más.
Según el secretario general de Servicios Administrativos del Senado, los 110 millones de pesos extra fueron autorizados como ampliación y se registraron ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y en la Cuenta Pública 2009.
*El costo del proyecto en 2009, con todo y pagos efectuados a las empresas constructoras, ascendió a 499 millones 248 mil pesos, lo que significa un sobreejercicio por 89 millones 248 mil pesos o 21.8% más.
*El Senado y el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) reconocieron que 54 millones 266 mil pesos no fueron reportados en la Cuenta Pública, y que 455.7 millones de pesos tampoco tienen sustento del reporte correspondiente en la Cuenta Pública.
*En el contrato celebrado con la empresa GAMI, se calculó que el Senado le pagó 7 millones 485 mil pesos más a la compañía.
*La ASF observó que 60% de los muros de concreto de la nueva sede del Senado presentan calidades irregulares y deformaciones. Además, hay filtraciones de agua en diversos puntos de la construcción, aunque el Senado reportó que ya se están buscando soluciones alternativas (que implicarán más dinero).
*Se alteró el peso original de la estructura. La nueva sede del Senado pesa 13% más de lo que debería. Esto se originó como resultado de cambios realizados en columnas y trabes. Según el Senado, los cambios en el peso del edificio fueron producto de estudios y dictámenes realizados por especialistas como el Director Responsable de Obra, el Corresponsable en Seguridad Estructural y el Instituto de Ingeniería de la UNAM, entre otros.