A primera vista los números del 2010 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), son brillantes. Con ochenta y seis recomendaciones y 6 mil 919 expedientes de queja admitidos, las cifras del año pasado son las más altas desde el inicio del sexenio; sin embargo, frente a otros datos y ante los expertos, la evaluación no es igual de afortunada.
Los especialistas han mostrado su preocupación por la pérdida de autoridad moral en la figura del ombudsman que, hasta noviembre de 2009 estuvo en la persona de José Luis Soberanes y, posteriormente fue relevado por Raúl Plascencia Villanueva.
La pérdida de autoridad se refleja en las pocas recomendaciones que han sido cumplidas a cabalidad por las diversas instituciones de gobierno e, igualmente por las que no han sido aceptadas.
2006 | 2007 | 2008 | 2009 | 2010 | |
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Recomendaciones Emitidas | 46 | 70 | 67 | 78 | 86 |
Recomendaciones No aceptadas | 11 | 16 | 18 | 25 | 17 |
Recomendaciones con cumplimiento total | 5 | 11 | 7 | 7 | 2 |
Para el Presidente de la Comisión de Derechos Humanos, las 17 recomendaciones no aceptadas el año pasado no son muestra de la poca autoridad moral del organismo sino más bien, de “servidores públicos que están renuentes a corregir las fallas que existen en dependencias públicas”.
Sentado en la Sala de Consejo de la Comisión –un salón sobrio con vista al sur de la Ciudad de México y los retratos de sus predecesores en la pared–, Plascencia Villanueva afirma a Animal Político que aún existe reticencia de dependencias públicas tanto federales como estatales a reconocer sus obligaciones en materia de derechos humanos.
Sin embargo, para expertos como Emilio Álvarez Icaza, exombudsman del Distrito Federal, la Comisión debe asegurarse del cumplimiento de las recomendaciones mediante recomendaciones generales ante violaciones reiteradas a los derechos humanos, o incluso, llevar las violaciones ante la Corte Internacional de Derechos Humanos como ha hecho la Defensoría del Pueblo en Argentina, Colombia o Bolivia.
Con apenas dos recomendaciones cumplidas a cabalidad en 2010, Álvarez Icaza critica la actuación de la Comisión.
“El Gobierno no cumple y la CNDH no hace nada por que cumpla. Lo más que ha llegado a hacer es ir al Congreso de la Unión y señalarlo. Eso genera un fenómeno de víctimas abandonadas”, expresa el sociólogo en una charla con Animal Político en el centro histórico de la capital.
“La CNDH no ha sido una institución que proteja, sino un ente imparcial. Si tiene la convicción de que hay una violación a los derechos humanos, su función debe ser proteger a la víctima. No puede ser imparcial”.
Los números que los expertos critican se dan en medio de un aumento reiterado en los hechos que la Comisión califica como “presuntamente violatorios de los derechos humanos”. Tan sólo de 2009 a 2010 la cifra creció 22% y, al comprar las cifras de los informes en lo que va del sexenio, se observan los siguientes cambios:
Año | Hechos Presuntamente Violatorios de DH | Variación Porcentual |
2006 | 3,522 | — |
2007 | 2,843 | -19% |
2008 | 3,476 | 22% |
2009 | 3,480 | 0.11% |
2010 | 4,265 | 22% |
Mucho dinero, grandes retos
Algo que la CNDH no pudiera aducir en sus resultados es falta de presupuesto. Los fondos públicos destinados para 2011 son superiores a los del año anterior en 24%.
Plascencia Villanueva afirma que ese aumento incluye el 12 por ciento que no recibió en 2010, pero expertos como Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, consideran que los más de 2 mil 900 millones que recibe del erario no se emplean de manera eficiente.
“La Comisión cuenta con todo el capital para poder posicionarse frente a las instancias del Estado y no ser como una instancia de él”, expresó en una conversación telefónica.
Prueba de su falta de posicionamiento en los últimos años es la actuación tardía que mostró en casos como el de la indígena Jacinta Francisco Marcial. La mujer fue acusada en 2007 secuestrar a agentes de la AFI en Querétaro y la Comisión emitió una recomendación a la Procuraduría General de la República, sólo tres años después.
Sin embargo, Raúl Plascencia Villanueva afirma que al aumento presupuestal ya tiene proyectos en la mira; pues se concentrará en la creación de cinco nuevas oficinas regionales y la mejora de las 10 ya existentes en distintos puntos de la República.
Como ya informó Animal Político, las delegaciones estarán enclavadas en puntos donde la presencia del narcotráfico, de fuerzas federales y el secuestro de inmigrantes amedrentan a la población. A pesar de ello, aún no se ha informado qué porcentaje del presupuesto 2011 se destinará a reforzar la presencia de la CNDH en el territorio nacional.
Para Emilio Álvarez Icaza, Raúl Plascencia Villanueva ha tenido más actividad que José Luis Soberanes al pronunciarse contra algunas instancias; no obstante, “para el tamaño que tenemos en el País —dice—, contamos con una entidad extraordinariamente omisa y con más dinero que nunca”.
Seguridad y migración, retos antiguos
Tanto Plascencia Villanueva como los expertos coinciden en que la “guerra contra el narcotráfico” que se ha presentado como estrategia de seguridad nacional no tiene visos de cambiar en lo que resta del sexenio, y ante eso, el Centro Pro teme que la CNDH siga en el mutismo en casos que involucran al fuero militar.
“La CNDH puede y debe pronunciarse contra prácticas y leyes que promueven las violaciones a los derechos humanos como es el caso del artículo 57 del código de justicia militar”, afirma.
Emilio Álvarez Icaza considera que si bien estos temas de agenda no son nuevos, si son los más urgentes y, de momento, los pronunciamientos de la Comisión hacia nuevas normas constitucionales que eviten las violaciones sistemáticas no ha sido suficiente.