La Jornada publica hoy en sus ocho columnas que el exembajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, se manifestó en 2006 preocupado por la debilidad del presidente Felipe Calderón, de acuerdo con un cable revelado por WiliLeaks.
El cable 06MEXICO4937, redactado por el exembajador Garza el 1 de septiembre de 2006, ubicó a Calderón “en la mayor situación de debilidad política posible”. Y señaló: “Corremos el riesgo de que los asuntos de mayor importancia para nosotros se estanquen, a menos que podamos enviar una enérgica señal de apoyo para que el futuro mandatario logre imponer su agenda”, advirtió.
De acuerdo con el diario, Felipe Calderón se reunió en tres ocasiones con el exembajador estadounidense tras la jornada electoral.
Y en los reportes de dichas reuniones “se deja constancia del apego incondicional de Calderón a todos los planteamientos de la contraparte estadounidense y se reportan los problemas por los que atravesaba: tensiones dentro de su propio partido y con el presidente Vicente Fox, una evidente debilidad política por la magra ventaja de votos que reportaba a su favor el arbitraje electoral, una victoria política ensombrecida por la duda, y falta de coordinación y claridad dentro de su equipo más cercano en el proceso de transición.”
El representante del gobierno de George Bush en México anunció a sus superiores en el Departamento de Estado que, una vez que el TEPJF declarara electo al panista, un equipo de la misión, bajo mi cargo, se involucrará activamente con el equipo de transición de Calderón para promover y hacer progresar las áreas que son prioritarias para nosotros
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