Las expectativas de corto plazo para la economía mexicana mejoran en buena parte debido a la mejor perspectiva de Estados Unidos, por lo que este es un buen momento para concretar los cambios que requiere el país.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) expone que las perspectivas para el presente año son buenas, pero si no se concretan los ajustes que se requieren el mediano plazo podría no ser tan favorable.
Lo anterior, porque a pesar de que la economía de Estados Unidos se fortalece, tardará todavía un tiempo en lograr una recuperación plena, y eso podría igualmente limitar un mayor dinamismo de la economía mexicana.
En su publicación semanal “Análisis económico ejecutivo”, señala que la evolución reciente de diversos indicadores de la economía mexicana indica que la actividad productiva sigue su crecimiento.
Si bien a un ritmo menor al observado el año pasado, el Producto Interno Bruto (PIB) podría crecer a un ritmo superior a 4.0 por ciento en el presente año, como ya lo anticipan los pronósticos de los especialistas.
Cifras disponibles para enero muestran que los indicadores de tendencia del sector manufacturero reflejan un mejor comportamiento de la producción, el consumo y la inversión, así como de la confianza del consumidor.
En materia de ventas, refiere el organismo de investigación del sector privado. se reportan crecimientos reales, señal de que el consumo mejora paulatinamente.
En este contexto se consideró que si el gasto de los consumidores sigue aumentando, es factible que la demanda interna se recupere más rápido.
“Sin duda esto es una buena noticia para la economía mexicana, puesto que de cumplirse esta expectativa no habría razón para que la actividad productiva no mejorara aún más de lo previsto”, anticipa el CEESP.
Por lo tanto, subraya, este es un buen momento para concretar los cambios que requiere el país y con ello estimular la inversión que permita fortalecer el ritmo de crecimiento en el mediano y largo plazos.
Estima que el objetivo real debe ser un ritmo de crecimiento mayor al que se genere por la estrecha relación con la economía estadounidense, y para ello es indispensable que la inversión pública sea lo más ágil posible y un entorno de negocios en el que se estimule la inversión privada.
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