Un libro revelador de un ex allegado a WikiLeaks caracteriza al fundador del cibersitio de filtraciones Julian Assange como un “emperador” que llegó a convertirse en el tipo de figura pública que trata de combatir.
Daniel Domscheit-Berg, ex vocero de WikiLeaks que dejó el cibersitio después de una amarga disputa con Assange, habla de su euforia con el proyecto por su espectacular ascenso como también su desilusión con un líder al que califica de delirante y ansioso de poder.
The Associated Press revisó un ejemplar en alemán del libro “Dentro de WikiLeaks: mi etapa con Julian Assange en el cibersitio más peligroso del mundo” antes de su distribución el viernes en 16 países. Domscheit-Berg presentó el libro el jueves en una conferencia de prensa.
“WikiLeaks convirtió a oscuros manipuladores de computadoras, cuya inteligencia de otro modo no habría trascendido para nadie, en figuras públicas, que impusieron temor a políticos, directores de empresas y jefes militares en todo el mundo”, escribe en su libro.
Sin embargo, Domscheit-Berg, que el mes pasado lanzó un cibersitio rival llamado OpenLeaks, también relata el deterioro de sus relaciones que desembocaron en un conflicto.
La misión original de WikiLeaks de “controlar el poder ejecutado a puertas cerradas y crear transparencia donde ésta se negaba” se deterioró en una situación en la que el grupo “gradualmente se fue corrompiendo por el poder y el secreto”, agrega.
Surgieron disputas por cuestiones de dinero, falta de transparencia y la creencia de Assange en teorías conspirativas, afirma. Assange estaba convencido de que “no estaríamos seguros caminando por la calle, que nuestro correo y maletas eran radiografiados, que teníamos que pasar a la clandestinidad… y que necesitábamos chalecos antibalas”, agrega el libro.
La ruptura se produjo en septiembre, cuando Domscheit-Berg cuestionó las cualidades de liderazgo de Assange. El ex vocero —que en ese entonces utilizaba el alias Daniel Schmitt— sostiene que la rebelión le valió la expulsión de WikiLeaks, algo que Assange ha negado públicamente.
“Un líder se comunica e inspira confianza. Tú estás haciendo exactamente lo opuesto. Te comportas algo así como un emperador o traficante de esclavos”, dice Domscheit-Berg haberle dicho a Assange en su último diálogo por la computadora. El actual portavoz de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, dijo no tener ningún comentario que formular.
AP*