El diario Milenio publica que durante los tres primeros años de gobierno de Felipe Calderón, el número de presos por delitos relacionados con las drogas llegó a 226 mil 667 pero sólo 4 por ciento ha recibido sentencia, revela el estudio Sistemas sobrecargados: leyes contra las drogas y prisiones en Latinoamérica de la Oficina en Washington para América Latina (WOLA, por sus siglas en inglés).
La detención se concentra en portadores de pequeñas cantidades de droga y narcomenudistas, que “representan un papel menor en el tráfico de drogas” y significa una de las consecuencias más perjudiciales en la “crisis de seguridad en México”.
Esto porque provoca sobrepoblación en las cárceles, “ya en un estado crítico”, y afectaciones sociales, pues muchos de los detenidos son inocentes. Además, los centros de reclusión son una “escuela” para seguir delinquiendo, toda vez que los internos son atraídos por bandas criminales o hasta forman su propia “empresa”.
Según el análisis, el número total de presos en las cárceles casi se duplicó. Pasó de 128 mil 902 en 1998 a 219 mil 752 en 2008 y sólo en los primeros años de la administración calderonista, durante la llamada guerra contra el narco, se incrementó aún más.
La cifra superó los 226 mil reclusos y de ellos sólo 51 mil 282 (22 por ciento) son procesados y 4 por ciento purga una sentencia. “Esto sugiere que un gran número de personas inocentes son detenidas y revela una falta de investigación para llegar a la sentencia”.
Se destaca el caso de Jalisco por ser la entidad con el mayor número de reclusos; Chihuahua, por ser un caso emblemático en el tráfico de drogas, y el Distrito Federal, que concentra la mayor población en el país.
Jalisco tiene estadísticas “alarmantes”: de los 43 mil 153 detenidos, sólo 3 mil 500 fueron procesados y 2 mil 173 tienen condena. La posesión de mariguana es el delito de mayor incidencia, seguido por la portación de cocaína y narcomenudistas.
Leer la nota en Milenio.