La publicación inglesa The Economist publica en el blog “Daily Chart” que el territorio mexicano es compartido, principalmente, por ocho organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, quienes pugnan entre ellos, y con el gobierno mexicano, por controlar las multimillonarias rutas de las drogas hacia los Estados Unidos. Y Stratfor –una prestigiosa consultoría en temas de inteligencia y seguridad- “mapeo” las rutas.
En el mapa podemos ver la ruta que siguen la cocaína, la efedrina, la mariguana y las metanfetaminas desde México hacia Centro y Norteamérica.
Considerando que hace unos años el comercio de la droga en México se dividió entre cinco importantes cárteles, podemos ver que las diferencias territoriales se han difuminado; esto es porque la guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón ha orillado a los capos a ser más “aguerridos” al tratar de marcar su territorio.
También vemos que en el último año, el Cártel de Sinaloa ha ganado terreno, así como los Zetas, mientras que “La Familia Michoacana” se ha visto debilitada, junto con la organización de Carillo Fuentes.
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