A través de dos brazos armados que se dedican a la producción de cocaína y mariguana, el Cártel de Sinaloa también opera en Perú y Ecuador, según la Cuarta Fiscalía peruana Contra el Crimen Organizado.
Es en la Sierra de Piura, en Perú, donde la organización criminal mexicana produce la droga, mientras que las operaciones son controladas desde Guayaquil y Cariamanga, en Ecuador, por el colombiano Rubén Castro Gómez, El Gordo.
Según el periódico peruano La República, las labores de inteligencia descubrieron que el Cártel de Sinaloa paga cupos de hasta cinco mil dólares mensuales a las autoridades locales y a algunos policías.
La Fiscalía peruana reveló que el Cártel de Sinaloa en Perú y Ecuador está representado por entre 40 a 60 personas, y que está dividido en dos grupos: el que se encarga del acopio y procesamiento de la droga en la línea de la frontera entre ambos países; y el comisionado para trasladarla hacia Ecuador, para posteriormente ser comercializada en Europa o Estados Unidos.
Además, la Fiscalía informó que la organización criminal cuenta con armas de largo alcance, granadas y equipos de comunicación satelital. Pero eso no es lo peor. Según la Fiscalía, los grupos armados del Cártel de Sinaloa “han organizado a la población de la zona para realizar labores de acopio, custodia de droga, vigilancia y seguridad de sus campamentos móviles”, lo que les permite conocer cualquier movimiento de la policía.
El Cártel de Sinaloa opera desde los años 90 en Perú y Ecuador, según la Fiscalía, quien además reveló que la organización mexicana es culpable del asesinato de nueve policías y 16 civiles.