“Este incremento en homicidios sólo ha enojado a mexicanos”: Peña Nieto

Poco común, es lo primero que se viene a la cabeza. No recordamos otro episodio reciente de un gobernador de México y  un editorial en un medio de Estados Unidos. Pues bien, el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto publicó ayer un texto en el Financial Times y lo tituló “11 para el 2011: ¿Cómo debe México enfrentar la violencia“. En él, Peña Nieto propone eso, 11 puntos para reducir los niveles de criminalidad en México.

El priista empieza su texto afirmando que “durante los últimos cuatro años México ha sufrido una nueva y preocupante ola de violencia […] después de casi dos décadas de constante descenso en el número de homicidios, este nuevo incremento sólo ha enojado a los mexicanos e inquietado a los inversionistas”, en lo que suena a una crítica directa a la administración del presidente Felipe Calderón.

En concreto, Peña Nieto propone: reducir desigualdad mediante una cobertura universal de seguridad social; educación de calidad; una reforma fiscal de fondo; una policía especial contra el crimen organizado; un sistema judicial más eficiente; concentrar esfuerzos en municipalidades más violentas; co-responsabilidad entre gobierno local y federal; y una mayor cooperación con países en la región.

No se necesita ser un experto para preveer que el texto de Peña Nieto tendrá resonancia en México, particularmente por su conclusión de atribuir a los últimos cuatro años la violencia que sufrimos.

“Durante los últimos cuatro años México ha sufrido una nueva y preocupante ola de violencia. Cierto, la tasa de homicidios sigue siendo muy inferior a la de otras naciones de la región como Colombia, Venezuela y Brasil.

“Sin embargo, después de casi dos décadas de una disminución constante en el número de homicidios, este nuevo aumento de la violencia sólo ha indignado a los mexicanos e inquietado a los inversionistas. También ha distraído la atención del enorme potencial de México: somos la onceava economía más grande del mundo y, junto con Rusia, tenemos el mayor PIB per cápita entre los países emergentes.

“El mayor desafío que enfrenta México en 2011 y más allá, por lo tanto, es poner en práctica una Estrategia Nacional para Reducir la Violencia con un objetivo claro: reducir el número de asesinatos, secuestros y extorsiones de manera significativa en los próximos cinco años. La estrategia debe basarse en cuatro pilares.

“El primero es prevención – detener activamente la delincuencia antes de que se produzca en lugar de reaccionar una vez que un crimen ha sido cometido. Para lograr esto, tenemos que reducir la desigualdad de oportunidades en nuestro país, tomando como base la cobertura universal de seguridad social: cobertura de salud, pensiones y seguro de desempleo. También necesitamos una educación de calidad con escuelas de día completo (en contraste con el actual sistema de educación de medio día), de modo que los niños tengan una mejor oportunidad de acceder al mercado de trabajo en lugar de ser forzados a una vida criminal.

“El segundo pilar de la estrategia es crear una fuerza policial que esté capacitada específicamente para combatir la delincuencia organizada, y hacer el poder judicial en el país más eficiente. Es imperativo fortalecer la inteligencia policial para atacar las operaciones de blanqueo de dinero de organizaciones criminales, y para golpear donde más les duele: sus finanzas.

“La actual administración ha comenzado a hacer esto, pero es necesario hacer mucho. En particular, tenemos que reducir el tamaño de la economía informal. Esto podría lograrse mediante la transformación del modelo de financiación de la seguridad social para reducir costos laborales, que son tan altos que, efectivamente, ahogan la creación de empleos. También es necesario crear incentivos fiscales para el uso del sistema bancario y, en consecuencia, reducir la cantidad de dinero en efectivo en la economía.

“Con el fin de reducir la violencia, también necesitamos un servicio de investigación más profesional que aumente la capacidad del Estado para dotar de justicia, y para acelerar el cambio en México hacia un sistema de justicia basado en juicios orales para tener un poder judicial eficiente y transparente. Al mismo tiempo, tenemos que presionar más para la creación policías estatales únicas, para reemplazar el revoltijo de fuerzas municipales pequeñas, débiles y fácilmente corruptibles, cuya existencia funciona en favor de la delincuencia organizada.

“En tercer lugar, tenemos que tener una estrategia focalizada. Es fundamental concentrar primero los esfuerzos en los municipios más violentos del país. Después, debemos acudir a los municipios que son más vulnerables a futuros brotes de violencia: las áreas alrededor de las principales rutas de tráfico de drogas. Una tercera ola debe extender la estrategia para el resto del país.

“El último pilar debe ser una responsabilidad compartida. A nivel nacional, la Estrategia Nacional de Reducción de la Violencia debería obligar a todos los niveles de gobierno y la sociedad civil para apoyar la política estatal a largo plazo. Este es un ingrediente necesario para reducir la violencia, y es uno que ha estado claramente ausente en los últimos cuatro años.

“En el plano internacional, México necesita una mayor cooperación en materia de intercambio de inteligencia, y recolección de información conjunta, en particular entre los principales países productores y consumidores de drogas en la región, como Colombia, Perú y Estados Unidos.

“El reto de reducir la violencia es incrementar la estabilidad para garantizar la vida y las libertades de toda persona tomará tiempo y un esfuerzo considerable. Pero eso no es excusa para dar la espalda. La única solución al problema es la reconstrucción del Estado para que sea eficiente en un contexto global y democrático.”