Guerrero, entre elecciones en “punto crítico” y acusaciones subidas de tono
Acapulco, Gro.- Antes de ser golpeado, Guillermo Sánchez Nava, exrepresentante ante el Instituto Estatal Electoral de Guerrero (IEEG) del candidato Ángel Aguirre Rivero, intentó fotografiar a sus agresores con su teléfono móvil. Sólo consiguió tomar la imagen del brazo de uno de ellos para después ser atacado hasta quedar inconsciente.
Actualmente su condición es “crítica”, pero los doctores han notado una leve mejoría en su salud lo que le ha dado esperanza a familiares y amigos de que este hombre de 60 años de edad pueda recuperarse en los próximos días de la agresión que sufrió el 11 de enero por la noche. Los hechos se dieron en el municipio de Chilpancingo, luego de que los representantes de la coalición “Guerrero nos une” (PRD, PT y Convergencia), recibieran una llamada telefónica en las que les advertían que un grupo de aproximadamente 20 hombres destruía la propaganda del candidato a gobernador Ángel Aguirre (@angelaguirre_), lo que movilizó a varios de sus integrantes entre ellos a Sánchez Nava, quien fue el primero en llegar al lugar.
La versión de las personas que lo encontraron inconsciente, es que Sánchez Nava reclamó la destrucción de la propaganda y en respuesta fue agredido. El dictamen médico determinó que a consecuencia de los golpes sus agresores le fracturaron el cráneo y que además le provocaron tres coágulos en el cerebro.
Todos contra todos
La saña con la que fue golpeado quien a mediados de los años 70 fuera militante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, organización marxista de Guerrero, dirigida por Carmelo Cortés Castro, ha dejado sorprendidos a muchos guerrerenses por el irracional uso de la fuerza utilizada por los agresores, quienes según la imagen que tomó Sánchez Nava vestían playeras verdes, muy parecidas a las que utilizan los simpatizantes de Manuel Añorve (@manuelanorve), candidato de la coalición “Vamos por tiempos mejores” (PRI, PVE y PANAL).
Esa situación, aunada a que muy cerca del punto donde ocurrió la agresión se encontró una gorra con el nombre de Manuel Añorve, ha provocado que los integrantes de la Alianza PRD, PT, Convergencia, acusen a los añorvistas de ser los responsables del ataque, mientras que éstos sostienen que nada tienen que ver. A nivel nacional, Beatriz Paredes sostiene que no están relacionados con estos hechos, mientras los senadores priistas han dicho que todo “parece ser un acto creado por el PRD”.
A pesar de la guerra de señalamientos entre los integrantes de las dos alianza que mayores posibilidades tienen de ganar la contienda en Guerrero, el hecho de que la Procuraduría de Justicia del Estado a cargo del gobernador Zeferino Torreblanca, no haya podido identificar a los responsables de la agresión, ha provocado que las acusaciones entre ambos grupos suban de tono y que la elección entre en un “punto crítico”, además de que ha encendido la alerta entre miles de guerrerenses que no descartan que el día de la contienda se puedan presentar brotes de violencia entre los simpatizantes de las coaliciones.
Lo anterior generó que los consejeros electorales tuvieran que hacer un llamado a los simpatizantes y sus líderes para que “dejen en manos del Instituto (Estatal Electoral) lo que tiene que ver con la declaración de la legalidad o ilegalidad” de lo que ocurre en la contienda. Por lo pronto el sábado 15 de enero el periódico La Jornada de Guerrero, cuyo director es el exalcalde perredista Félix Salgado Macedonio, publicó en su portada una nota en la que citan un documento supuestamente elaborado por los miembros de la coordinación de la alianza “Vamos por tiempos mejores”, en el que éstos pretenden encabezar actos violentos durante y después de las elecciones con el fin de “inhibir” la votación.
Hasta el domingo 16 de enero, los líderes del PRI, PV y PANAL no habían ofrecido una postura en la que reconocieran o descartaran la autoría del documento.
Campaña negra
Fue el domingo 9 de enero cuando los consejos del IEE de Guerrero ordenaron en definitiva a varios medios impresos locales no publicar campañas iniciadas y pagadas por gente cercana a Manuel Añorve, bajo el nombre “Así lo dijeron”, en el que a través de diferentes desplegados criticaban la designación del candidato del PRD-PT-Convergencia, quien toda su vida política había estado ligada al PRI.Con la campaña, los simpatizantes de Añorve buscaban evidenciar a través de las declaraciones hechas a la prensa de encumbrados perredistas de Guerrero, que incluso buscaron competir por la candidatura a gobernador, que la designación del expriista Ángel Aguirre como el abanderado de la izquierda, había dejado una serie de roces y fracturas al interior del también llamado partido del Sol Azteca.
La queja en la que los consejeros determinaron que la campaña de los simpatizantes añorvistas denigraba la imagen del representante de la coalición “Guerrero nos une”, nos es la única que han tenido que atender desde que arrancó la campaña electoral el 15 de mayo de 2010. En suma son 150 las denuncias abiertas en ese periodo. La mayoría de ellas están relacionadas con la destrucción de propaganda electoral o el colocarla en lugares prohibidos.
“Evidentemente existen algunos asuntos, algunos hechos que nos hacen pensar que la elección está entrando en un punto crítico”, reconoció el consejero Arturo Pacheco, presidente de la Comisión de Quejas del Instituto Electoral del Estado (IEE), quien es de lo que piensa que la única manera de finalizar la contienda con un saldo favorable es que los candidatos se mantengan en la línea de difundir sus propuestas de trabajos y no incurriendo en campañas de desprestigio. Algo que se antoja difícil pues a menos de dos semanas de la elección, los discursos y las acusaciones entre los integrantes de las alianzas suben de tono y las fracturas al interior de estos grupos se hacen más evidentes, al grado que en la última fase de las campañas hay priistas que están apoyando la candidatura del abanderado del PRD, mientras que perredistas apoyan la alianza que encabeza el priista Manuel Añorve.
Cara o cruz
Lo único que queda claro de esta contienda electoral es que la falta de mayor número de adeptos por parte del Partido Acción Nacional (PAN), que en Guerrero se limita a tener 2 mil 823 militantes, ha generado que las alianzas que encabezan los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD) sean las únicas fuerzas políticas con posibilidades de ganar la gubernatura estatal que en el 2005 le fue arrebatada al PRI tras varias décadas de gobierno.
Fue precisamente el interés por llegar a la silla gubernamental lo que a mediados de 2010 provocó una serie de fricciones internas entre los militantes de ambos partidos, pues todos buscaban que fuera su prospecto el que se impusiera como el candidato oficial del partido. En el PRI, por ejemplo, los dos más firmes eran el alcalde de Acapulco, Manuel Añorve, así como su primo el exgobernador interino priista, Ángel Aguirre, quien se desempeñaba como senador de la República por ese mismo partido. En el PRD eran varios los nombres que se manejaban entre ellos los de Lázaro Mazón, David Jiménez Rumbo, Armando Ríos Piter, Alberto López Rosas, Cuauhtémoc Sandoval y Ruth Zavaleta, esta última una de las fundadoras del PRD y Secretaria de Desarrollo Social y Secretaria de Finanzas del Gobierno del Distrito Federal durante la gestión de Cuauhtémoc Cárdenas.
Finalmente, el 6 de agosto de 2010, Beatriz Paredes Rangel anunció la candidatura de unidad de Manuel Añorve, quien además contaba con el apoyo del senador Manlio Fabio Beltrones, así como de la maestra Elba Esther Gordillo, por muchos años priista y fundadora del Partido Nueva Alianza (PANAL). Aun cuando la designación se dio por acuerdo de todos los aspirantes incluido el propio Aguirre, días más tarde el senador con licencia mostró su interés en participar como candidato del PRD y así lo hizo.
Las desbandadas
Casi tres semanas más tarde, el 25 de agosto, los líderes del PRD, PT y Convergencia anunciaron que Ángel Aguirre sería el candidato de la coalición “Guerrero nos une”, renunciando a su militancia en el PRI. La candidatura de Aguirre sin embargo, generó una desbandada entre varios de los militantes del PRI y el PRD, pues mientras los primeros estaban inconformes con la “imposición” de Añorve por parte de la cúpula partidista y veían en el exgobernador al mejor candidato, los segundos criticaron que una persona que no profesaba los principios de la izquierda fuera el abanderado de la alianza.
Uno de los perredistas que abiertamente mostró su inconformidad por el nombramiento de Ángel Aguirre fue el gobernador Zeferino Torreblanca, quien declaró, en diferentes medios de comunicación en el Estado, que era una designación “contra natural”, que desdibujaba y borraba “la memoria histórica de la izquierda”. En el caso de los priistas, el exalcalde de Iguala, Juan Muñoz Caballero, quien le brindó su apoyo al representante del PRD, PT, Convergencia, sostuvo que la candidatura de Añorve representa el priismo que por décadas “ha sometido en la pobreza al estado y al país”.
Es en este panorama electoral que las elecciones en uno de los tres estados más pobres del país y que en el 2010 se ubicó entre las cinco entidades más violentas de México, se están desarrollando sin que los partidos, las autoridades y los consejeros electorales pongan un alto a esta lucha de desprestigio en donde los únicos perjudicados son los más de tres millones de guerrenses que lo único que buscan es mejor bienestar social, político y económico por la vía del voto y las instituciones.
