El estadio Tecnológico estalló en júbilo luego de que el Monterrey se hiciera del título de campeón en el Torneo Apertura 2010, al imponerse al Santos Laguna por 3-0 (5-3 global).
Desde antes de comenzar el encuentro de vuelta de la final, los aficionados hicieron sentir su impulso al plantel con porras y gritos de apoyo.
Aunque el aliento de los aficionados fue constante, el nerviosismo invadió a algunos cuando no caían los goles, en cada aproximación se levantaban de sus asientos y se mesaban los cabellos, lamentándose porque no llegaba la anotación.
Sin embargo, la historia cambió cuando, a los 28 minutos, Humberto Suazo marcó el primero de la noche, las tribunas se tambalearon por los brincos de la gente que coreaba un sonoro “oe, oe, oe, oe, Suazo, Suazo”.
La euforia aumentó cuando José María Basanta logró la segunda anotación y cuando una vez más Suazo metió gol, el Tecnológico se volvió en un verdadero manicomio.
Los aficionados vitorearon los nombres de los jugadores y por supuesto del técnico Víctor Manuel Vucetich, quien le ha dado a los Rayados dos de las cuatro estrellas que poseen en su escudo.
Cuando el plantel dio la vuelta olímpica con el trofeo de campeón, fue una algarabía total, la gente se entregó a sus jugadores, los reconoció con porras y sonoras ovaciones.
Así, los aficionados de Monterrey festejaron en grande y no era para menos, Rayados derrotó a Santos y se adjudicó el cuarto título en su historia.
*Notimex.
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