Adolfo Hitler preside una cena y brillantes adornos cuelgan de un enorme Tannenbaum (símil alemán del árbol de Navidad) junto a la cruz gamada, símbolo adoptado por los nazis. Todo contrasta con el horror que ha comenzado dos semanas antes en los campos de concentración.
Es diciembre de 1941, el momento fue capturado por Hugo Jaeger, uno de los fotógrafos personales de Hitler. Cadetes y oficiales de la SS celebran la Navidad en la gran cervecería Löwenbräukeller en las afueras de Munich.
El propagandista del Tercer Reich, Friedrich Rehm, intentó disuadir a millones de alemanes para no celebrar la navidad, pues consideraba que era una celebración pagana cercana a los judíos, pero en 1941 tuvo que ceder e invitar al los germanos para que escribieran cartas navideñas para su ejército.
Según el arquitecto oficial del Reich, Albert Speer, el Führer aborrecía “la fe” ya que la consideraba una “flacidez de la muchedumbre”, pero en declaraciones públicas Hitler llamó al cristianismo como "el fundamento de nuestra moral nacional".
Con adornos fabricados en el campo de concentración de Dachau, cientos de soldados de las SS posan ante la cámara de Hugo Jaeger. Es la Navidad de 1941 y la Segunda Guerra mundial Mundial había empezado hace dos años.
La antipatía de Adolfo Hitler se hace notar aún con la distancia a la que se ubica la cámara de Jaeger, pues aunque participaba en actos sociales acompañado de sus generales, el Führer nunca se sintió a gusto con ellos.
La sangrienta batalla de Stalingrado fue la primer derrota reconocida por el Tercer Reich. Las tropas nazis intentaron derrotar a los rusos en su territorio, pero el largo invierno fue mermando a los germanos que en enero de 1943 se retiraban derrotados.
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