En sólo unos meses le ha llovido al Instituto Nacional de Migración. Con el asesinato de 72 migrantes y las correspondientes quejas de la diplomacia centroamericana, quedó fuera la titular de la dependencia Cecilia Romero. Ahora con la polémica de si secuestraron o no a 50 indocumentados más en Oaxaca, se pone en evidencia su dramática situación en nuestro país, que trasciende a quien esté al cargo del despacho. Y así nos quejamos de EU.