La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) se encuentra en un dilema millonario. Y es que fuentes de la propia Reserva aseguran que 110 mil millones de dólares en puros billetes de 100 dólares esperan en sus bóvedas de Fort Worth, Texas y Washington, DC, porque no saben qué hacer con ellos.
Y es que los conocidos como Benjamins, por llevar impresa la cara de Benjamin Franklin, debían estar en circulación en febrero de 2011, pero eso no sucederá por un error de impresión que provoca que el billete se doble y que, por ello, una parte quede en blanco. Hasta el momento, se han gastado 120 millones en “imprimir” miles de billetes que no se van a usar, además de que hay que considerar que los 110 mil millones de dólares representan el 10% de las reservas de la moneda estadounidense en el mundo.
El error, según la Fed, se debe a que se trata de billetes “tecnológicamente muy avanzados”, pues incorporan “sofisticadas” medidas de seguridad, como una tira azul en 3D con imágenes de campanas y números 100, que no pudieron ser impresas; se estima que el 30% del total de la producción esté dañada.
Billete bueno, billete malo…
Pero el error se agrava, pues no sólo se trata de una mala impresión, sino que los billetes “malos” están mezclado con los “buenos” en paquetes de 4 mil billetes cada uno. Hasta el momento, la Fed sigue buscando la forma de reconocer los que sirven de los que no, porque separarlos a mano tomaría entre 20 y 30 años, según una fuente citada por CNBC.
Billete mata…
El nuevo billete de 100 dólares fue presentado en abril y su alta tecnología lo ha convertido en el billete más caro de la historia; producirlo tiene un costo promedio de 12 centavos, el doble que un billete convencional.
Aquí un reportaje de la CNBC: