El cuñado de Marisela Escobedo, la activista asesinada el jueves en Chihuahua, fue secuestrado por un comando la mañana del sábado en la maderería de su hermano, a la cual prendieron fuego antes de huir. Horas después fue encontrado sin vida en calles de la colonia Constitución, en Ciudad Juárez, según informes de El Diario de Ciudad Juárez.
Manuel Monge Amparán, el cuñado de la activista, falleció por “asfixia por sofocación; la víctima se encontraba envuelto con una cobija a rayas de color morado y azul” y con el rostro cubierto con una bolsa de plástico y atado de pies y manos con cinta adhesiva en color gris.
La Fiscalía General del Estado indicó que los dos crímenes no tenían relación entre sí, sino que el siniestro obedecía a un problema de extorsión como los cientos que se registran en la entidad. Aparentemente el dueño de la maderería era extorsionado desde hace un tiempo y al dejar de pagar fue atacado y su hermano secuestrado, informó ayer El Diario, citando fuentes confidenciales del Ministerio Público.
El presidente Felipe Calderón (@FelipeCalderon) condenó el asesinato de Marisela vía Twitter y señaló que la impunidad fue lo que causó la muerte de la mujer que buscaba aclarar el asesinato de su hija.
“El Estado no ha podido garantizar la vida”, acusan
Cecilia Espinoza, miembro de la Red Mesa de Mujeres de Ciudad Juárez puntualizó que “el Estado no ha podido garantizar la vida a familiares” de Marisela Escobedo, por lo que la muerte de Manuel Monje Amparán, cuñado de Marisela Escobedo no puede aislarse.
Señaló que es inconcebible el hecho de que mientras se encontraban velando el cuerpo de Marisela, su cuñado fuera secuestrado y privado de la vida. Asimismo, afirma sentirse “indignada” por la situación, ya que Marisela lo único que buscaba era que se hiciera justicia con el responsable de la muerte de su hija.
Redacción Animal Político.