Una nota publicada hoy por el diario Reforma revela que 12 de las nuevas administraciones estatales elegidas en 2010 heredan tesorerías “quebradas”.
Las deudas públicas de las 18 entidades que realizaron elecciones para gobernador en 2009 y 2010 crecieron en un 203% en un sexenio, sin considerar los compromisos de pago de los llamados Proyectos de Prestación de Servicios realizados por las administraciones salientes.
A excepción de Tlaxcala, que tiene una deuda cero, el resto de las haciendas estatales enfrenta escenarios financieros críticos.
Las cuatro entidades norteñas que tuvieron elecciones para renovar la gubernatura en estos dos años, Nuevo León y Sonora (2009) y Tamaulipas y Chihuahua (2010), son junto con Veracruz las más endeudadas.
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