El nombre de Silverio Cavazos Ceballos apareció en los expedientes de la Procuraduría General de la República (PGR) hace siete años, cuando José Luis Santiago Vasconcelos tenía ya a su cargo las investigaciones federales por delincuencia organizada.
Entonces, testigos protegidos vincularon al exgobernador de Colima al cártel de los Amezcua Contreras, asentados en esa entidad y conocidos como “Los Reyes de las Metanfetaminas” , por presuntamente brindarles protección.
Gracias a ese “trabajo”, el priista se hizo de propiedades que también estaban sujetas a investigación. No obstante, las indagatorias no se concretaron ni llegaron ante un juzgado penal. Las versiones de los testigos aparentemente no lograron sustentarse y surgieron a partir de investigaciones tras la detención previa de dos familiares de Cavazos Ceballos.
A través del comunicado B/1232/03 de la PGR, fechado el 9 de julio de 2003, el juez Primero de lo Penal con sede en Colima, otorgó a la dependencia federal una orden de cateo en el municipio de Tecomán.
Ahí, policías federales aprehendieron a Guillermo Rafael Cavazos Ceballos, hermano del exgobernador, junto con otras diez personas, como parte de quienes operaban un supuesto laboratorio de drogas sintéticas, justo las que producían y comercializaban los Amezcua en Colima y Jalisco.
En ese lugar, una finca localizada en la calle Pedro Gutiérrez Norte, a la altura del número 537, colonia Vicente Guerrero, se aseguraron diez envoltorios con metanfetamina, ocho focos con residuos del psicotrópico, una pipa, ocho jeringas desechables, un tanque de gas marca Coleman, tres mecheros “hechizos” y un vehículo tipo plataforma, marca Dodge Ram, color blanco, modelo 1994.
Los detenidos, según la PGR, fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación.
En 2004, en el mismo municipio, fue aprehendido otro hermano del exmandatario ejecutado, Francisco Cavazos Cevallos, con una pequeña cantidad de droga: cinco gramos de “crystal” y aproximadamente 30 de marihuana. El detenido argumentó que era para su consumo y fue liberado.
Ambas capturas dieron con declaraciones de testigos que señalaron al exgobernador como dueño de propiedades cuyos valores y procedencia se quedaron a medio investigar. Cabe destacar que cuando Santiago Vasconcelos dejó la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizaca (SIEDO), estas indagatorias quedaron a cargo del nuevo titular, Noé Ramírez Mandujano, quien posteriormente se descubriera que tenía vínculos con el crimen organizado.