Estados Unidos anunció que por medio de su Fiscal General, Eric Holder, abrió una investigación criminal como respuesta a la filtración masiva de documentos llevada al cabo por el portal especializado Wikileaks.
Holder precisó que mantiene abierta una investigación criminal, en conjunto con el Departamento de Defensa, para deslindar responsabilidades por la filtración.
Condenan la filtración
A su vez, el equipo de comunicación de la Casa Blanca condenó la filtración hecha por Wikileaks, afirmando que el contenido de las conversaciones privadas se imprime en las portadas de los periódicos alrededor del mundo y “esto puede impactar no sólo a los intereses de la política exterior estadounidenses, sino a nuestros aliados y amigos en el mundo”.
La Casa Blanca afirmó que los reportes de campo hechos a Washington “no tienen malicia y frecuentemente son incompletos”, además de que “los reportes tampoco son una expresión de la política estadounidense ni definen la política exterior de los EU.”
Las filtraciones de estos cables, según la Casa Blanca, “ponen en riesgo a nuestros diplomáticos, profesionales de inteligencia, y gente alrededor del mundo que viene a EU por ayuda para promover la democracia y gobiernos abiertos”.
La administración de Obama revisa la seguridad de la información
El gobierno de Barack Obama ordenó a las agencias gubernamentales revisar inmediatamente los procedimientos para salvaguardar la información clasificada en virtud de la revelación del contenido de miles de documentos secretos del Departamento de Estado.
Según información obtenida por AP, la Oficina de Control y Presupuesto pidió a las agencias establecer equipos de asesores para asegurarse de que sus empleados no tengan más acceso a información clasificada que lo que requieren para hacer su trabajo. El director de esta oficina del gobierno norteamericano, Jacob Lew, afirmó que la falla de las agencias para guardar la información es inaceptable y no será tolerada.
/ong