Un triángulo amoroso, la exploración de la sexualidad y un intenso partido de tenis es parte de lo que verás en Challengers, la nueva película de Zendaya.
La película llega a cines de México este 25 de abril y aquí te dejamos algunas razones para no perderte esta historia.
La película Challenguers sigue la vida de Tashi Duncan (Zendaya), antigua promesa del tenis, ahora convertida en entrenadora que busca impulsar la carrera de su esposo Art, un exitoso jugador de tenis que conoció en su juventud.
Las cosas se complican todavía más cuando reaparece Patrick, parte de un pasado que los une a los tres. ¿Qué tanto estarán dispuestos a dar para volver a la cima?
La trama puede sonar sencilla: un oscuro pasado que esconde un triángulo amoroso que resurge. Sin embargo, este chisme se vuelve tan atractivo de ver y escuchar gracias a que se va contando en el pasado y en el presente.
A lo largo de toda la película (que dura 2 horas con 11 minutos) verás desde cómo se conocen Tashi, Art y Patrick hasta el partido final que define el destino de los tres.
Mientras pasado y presente convergen, la intensidad de la historia aumenta y llevará a todos, especialmente a Tashi, a rebasar cualquier límite con tal de conseguir lo que quieren.
La película Challengers tiene una aprobación del 93% en Rotten Tomatoes (al momento de escribir esta nota) y varias de las críticas hacen una mención especial a la actuación de Zendaya como Tashi Duncan.
Por ejemplo, Peter Debruge de Variety dice que “el control involucrado en la actuación de Zendaya es asombroso, transformando a esta aspirante a trofeo en quien establece las reglas”.
Ross Bonaime de Collider asegura que esta es posiblemente “la mejor actuación de Zendaya hasta el momento” haciendo referencia también a cómo se le ve en pantalla como una especie de titiritera poderosa y sexy, todo en igual mediada.
No hay duda de que la estrella de la película en muchos niveles es Zendaya. Sin embargo, el triángulo amoroso principal no tendría éxito sin las grandes actuaciones de Mike Faist (como Art Donaldson) y Josh O’Connor (como Patrick Zweig).
Y es que ambos personajes van tras Tashi siendo unos adolescentes cachondos, por lo que meten un montón de sensualidad a varias escenas incluso con una mirada.
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Mientras ese triángulo se transforma y los tres crecen, el desarrollo de estos dos personajes también. Las versiones adultas de Art y Patrick tienen un enfrentamiento brutal que dejan ver que aunque la película es sobre un triángulo amoroso, se trata más del amor que comparten el uno por el otro.
A Josh O’Connor lo viste antes en The Crown (temporadas 3 y 4) como el Príncipe Charles y a Mike Faist en West Side Story (2021).
Podría parecer que esta es la película más “simple” o comercial de Luca Guadagnino considerando que viene del thriller romántico con toques de horror Bones and All, el inquietante remake de Suspiria y el desgarrador coming of age y romance que vimos en Call Me By Your Name.
Sin embargo, Guadagnino sabe llevar al límite algo tan común como un partido de tenis o un triángulo amoroso. Y es que se mete recio en las aspiraciones y deseos de cada uno de los personajes principales.
Así es, los integrantes de Nine Inch Nails también están metidos en la película Challengers y no es el único soundtrack que han realizado.
Seguro ya has escuchado su trabajo como compositores en películas como Soul (2020), The Social Network (2010), la serie Watchmen (2019), The Girl with the Dragon Tattoo (2011) y hasta Bird Box (2019).
Del soundtrack de Challengers se lanzó también una versión remezclada en colaboración con Boys Noize:
Recuerda que Challengers está en cines desde este 25 de abril.
Los recortes al presupuesto de educación superior llevaron a estudiantes, profesores y obreros a protestar en Buenos Aires y otras ciudades del país.
Fue una de las protestas más multitudinarias registradas en Argentina desde que Javier Milei asumió la presidencia del país en diciembre de 2023.
Las calles de Buenos Aires y otras grandes ciudades de Argentina se vieron abarrotadas este martes con cientos de miles de personas, especialmente estudiantes y profesores universitarios, que rechazan los recortes del gobierno a la educación superior en ese país.
Estuvieron respaldados por obreros y sindicalistas que esperan que se reviertan las reducciones de entre 60-70% del presupuesto público para las universidades.
El recorte es parte de la política de la “motosierra”, como llama Milei a su plan para reducir la participación del Estado en actividades públicas de todos los sectores, para conseguir un equilibrio fiscal en la golpeada economía argentina.
“Vamos a tener que dejar de funcionar”, advertía a una emisora local Ricardo Gelpi, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la institución pública que cuenta con más de 300.000 alumnos y que está catalogada entre las mejores de América Latina.
Apuntó que los recortes están afectando el pago a profesores, las actividades de investigación y la atención sanitaria, pues la UBA gestiona cinco hospitales públicos.
Al grito de “La UBA no se vende, la UBA se defiende”, los miles de manifestantes avanzaban en la capital argentina desde la sede del Congreso hacia la Casa Rosada, sede de la presidencia.
Algunos jóvenes llevaban libros en las manos para manifestarse contra el gobierno de Milei, quien ganó con una holgada mayoría las presidenciales de 2023.
Las viejas generaciones también acompañaron a los estudiantes.
“Vengo para defender la universidad pública y porque mis principios están muy alejados de los del gobierno actual”, dijo Pedro Palm, un arquitecto de 82 años graduado en la UBA, a la agencia Reuters.
La protesta fue respaldada también por la Confederación General del Trabajo, la principal central sindical del país.
El plan de Milei también ha incluido el despido de miles de funcionarios, así como la eliminación de diversos programas gubernamentales.
La noche del lunes, Milei pronunció un discurso en cadena nacional en el que celebraba los logros económicos de su gobierno -como un superávit fiscal de 0,2%- como un “milagro económico” producto de sus políticas de ajuste.
“Pese a la oposición de buena parte del establishment político y económico de Argentina, a quienes sistemáticamente ponen en cuestionamiento nuestras ideas y pregonan por nuestro fracaso para volver al poder, nuestro plan está funcionando”, afirmó.
Argentina no registraba un superávit fiscal trimestral desde 2008.
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