En 2020, por el confinamiento por la pandemia hubo más denuncias de violencia familiar que nunca. ¿Qué opciones tiene una mujer para salir de una vida violenta? La sociedad civil ha creado una respuesta efectiva: el modelo de atención integral de los Refugios, con cero feminicidios en dos décadas y una reincidencia con agresores de 30% y en descenso.
Un refugio es mucho más que un techo seguro. Se complementa con un programa de atención psicológica, médica, jurídica y social por tres meses, y el modelo completo incluye otros dos espacios: las Casas de Emergencia, a dónde llegar cuando huyen, así sea de madrugada, y las Casas de Transición, para lograr la autonomía total e iniciar de nuevo. En el último año, la Red Nacional de Refugios abrió siete nuevas Casas de estas para reforzar el esquema.
Con el objetivo de dar a hablar no solo de los problemas de la sociedad, sino también de sus posibles respuestas, la Fundación Gabo promueve el Periodismo de Soluciones en Latinoamérica. Con su apoyo, Animal Político entrevistó a cinco mujeres que sobrevivieron violencia de género gracias a estos espacios y a más de 20 personas que trabajan en ellos para explicar qué es lo que hacen bien, que ha logrado una diferencia
Casas de Emergencia: el primer resguardo seguro para mujeres que huyen de la violencia
¿Cómo es un refugio?
Refugios para mujeres: una intervención integral para sanar las huellas de la violencia
Casas de transición para cerrar el círculo de la violencia
Casas de Transición: la última parada antes de reiniciar una nueva vida sin violencia