En 2021, México estrenó una reforma de ley que, en el papel, prometía poner al país a la vanguardia en la protección de los derechos de la niñez migrante. Pero, en esta investigación, Animal Político documenta —a través de más de 200 solicitudes de información, 50 entrevistas y reporteo en la frontera sur y Centroamérica— que la reforma no se cumple: miles de niños no están pasando por el nuevo sistema de protección, y los que sí pasan continúan siendo detenidos en cárceles migratorias o anexos. Además, en miles de casos, el Estado simula que cumple con la nueva norma, o directamente la viola, para expulsar a niños, niñas y adolescentes cuyas vidas corren peligro en los países de los que salieron huyendo.