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Imposible para una mujer no decir lo que piensa
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Imposible para una mujer no decir lo que piensa
No comparto ninguna estrategia política basada en la descalificación y menos que se haga desde el poder. Dejemos que sea en las urnas donde la ciudadanía elija con libertad cuál es el proyecto que los representa.
19 de julio, 2023
Por: Lorena Villavicencio
@SLVillavicencio 
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Debo confesar que llevaba muchos días inquieta porque no me gusta que se use la tribuna presidencial para denostar a nadie y menos a una mujer.

No creo en la polarización porque daña la capacidad de diálogo y entendimiento, ambos principios consustanciales al ejercicio de la política. Mi apuesta siempre será el reconocimiento de las otras, de los otros.

Por ello como feminista siempre daré la bienvenida a todas las mujeres que toman la decisión de participar políticamente, sabiendo además lo que implica hacerlo en una sociedad que todavía está marcada por el machismo y la misoginia. A estas alturas, algunas personas se preguntan todavía si las mujeres estamos preparadas para gobernar un país. ¿Cuándo hemos escuchado que se cuestione la capacidad de un hombre?

Estas nubes negras, sin embargo, no han logrado eclipsar el momento que estamos viviendo, con ese caudal de mujeres que están tomando las riendas de sus vidas, de sus comunidades, gobiernos municipales, estatales y las legislaturas en todo el país. El impulso ha llegado con tal fuerza que estamos ya en condiciones de hablar de la primera presidenta mujer en este país.

Sí, estamos viviendo una oportunidad histórica las mujeres, y debemos aprovecharla al máximo para avanzar en esa agenda que conjuga principios, valores y derechos como la igualdad, la justicia social, la democracia paritaria, la sostenibilidad de la vida, la dignidad, la autonomía de las personas y el libre desarrollo de la personalidad, la inclusión, los cuidados, la seguridad social y la misma democracia que no acaba de representarnos cabalmente como sociedad diversa y plural.

Quizá peco de ingenua, pero creo que llegó la hora de que la política civilizada recobre su cause, y qué mejor en un momento donde podrían participar mujeres con trayectorias distintas, pero también con similitudes. Ninguna mujer en este país llega a los espacios públicos sin sortear grandes dificultades de distinta índole. Pero estas no deben darse en la arena política y menos realizar conductas que pretendan afectar o menoscabar el ejercicio de un derecho político constitucional, como ser votada.

Fue mucho el esfuerzo legislativo para pensar en cómo garantizar que las mujeres participen en la vida pública en condiciones dignas, donde su integridad y vida esté salvaguardada, y hoy toca hacer valer esas normas para todas las mujeres que en un futuro próximo serán candidatas.

Por ello no comparto ninguna estrategia política basada en la descalificación y menos que se haga desde el poder. La denostación lesiona la dignidad de las personas y para eso está la justicia. Así lo hicieron con López Obrador los panistas, que son los grandes ideólogos de la guerra sucia. Primero con el desafuero y después con una campaña negra brutal, sin precedentes.

El costo de una campaña de desprestigio resulta contraproducente, además, porque suele victimizar a quien la recibe y visibilizarla gratuitamente.

Por ello considero que las autoridades hacendarias del gobierno federal deberían acudir ante la autoridad competente a denunciar a cualquier contendiente de quien se tenga la presunción de que ha cometido alguna anomalía o conducta ilícita, y no hacer uso indebido o filtraciones de información fiscal reservada de las empresas de la senadora Xóchitl Gálvez. Se trata de información que debe ser salvaguardada por ley porque puede poner en riesgo la integridad y patrimonio de las personas.

Dejemos que sea en las urnas donde la ciudadanía elija con libertad cuál es el proyecto que los representa.

Lo que corresponde preguntarse como ciudadanos es ¿qué proyecto de país representa a cada quién? Ver la capacidad y experiencia de gobierno de quienes aspiran a gobernar este país, la ciudadanía requiere respuesta a sus demandas legítimas.

Estoy convencida de que Claudia Sheinbaum tiene mucha experiencia y ha dado buenos resultados en la Ciudad de México y tiene un proyecto de país como lo tuvo en la Ciudad de México y está anclado en su biografía personal y política. No estoy segura de que la oposición tenga un proyecto de país, más allá de su fobia al presidente.

Está claro que, en este tiempo de mujeres, es posible ver un escenario donde haya más de una mujer en la boleta presidencial y entonces veremos si las mujeres somos capaces de superar narrativas misóginas y las fobias que han sembrado los hombres, para dar paso al debate de las ideas donde se contrasten los proyectos políticos que cada contendiente represente.

Pero esto todavía no ocurre. Dejemos entonces que sean los partidos y sus aspirantes quienes debatan entre ellos y se contrasten con los otros. Ya llegará el tiempo que se definan las candidaturas por las coaliciones de partidos y partidos en lo individual. Mientras tanto no metamos ruido en casa ajena.

Termino diciendo que mi corazón está y seguirá latiendo a la izquierda como buena feminista. La derecha no me representa porque tengo memoria larga y los grupos antiderechos habitan en partidos como el PAN, buscando la oportunidad de arrebatarnos derechos a las mujeres y la capacidad de decidir sobre nuestras vidas y nuestra sexualidad reproductiva, buscando recrear la cultura machista que solo ha traído desigualdad y violencia para las mujeres.

* Lorena Villavicencio (@SLVillavicencio) fue diputada federal de la Legislatura de la Paridad (LXIV Legislatura), presidenta de la Asamblea Legislativa (tercera legislatura), senadora suplente, feminista, abogada, activista y promotora de derechos humanos, fundadora de Mujeres de Hierro A. C. e integrante de Rebeldes Con Causa.

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“No sabo kids”, la burla a los latinos en Estados Unidos por no dominar el español
7 minutos de lectura
“No sabo kids”, la burla a los latinos en Estados Unidos por no dominar el español
No comparto ninguna estrategia política basada en la descalificación y menos que se haga desde el poder. Dejemos que sea en las urnas donde la ciudadanía elija con libertad cuál es el proyecto que los representa.
27 de noviembre, 2023
Por: BBC News Mundo
@ 
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La entrevista que le intentó hacer un periodista a un niño, en medio de una jubilosa celebración de aficionados de la selección de México en Los Ángeles, en California, se hizo viral en julio pasado.

-Nene, ¿cuál es tu nombre?

-Mmm… ¿mi name?

-¿Por qué ganó México?

-Mmm… what?

“Está muy emocionado”, dijo el periodista para justificar la falta de respuesta del niño, mientras otro comentarista en la transmisión en directo de la cadena ESPN señalaba: “Es una generación que ya no habla castellano”.

El video fue compartido miles de veces en redes sociales, en las que muchos comentarios incluían un término que se escucha en EE.UU. en este tipo de situaciones: “No sabo kid”.

La expresión es usada por algunos latinos para referirse de forma despectiva a otros latinos que no hablan español. La mayoría de las veces son niños o jóvenes, hijos de migrantes de América Latina que crecieron con el inglés como idioma materno, por eso se habla de “kids” (niños).

Y este fenómeno no es esporádico.

Un estudio del Pew Research Center (PRC), institución que analiza cuestiones demográficas de EE.UU., indicó que el 40% de los latinos en el país han escuchado bromas o burlas de otros latinos por no hablar bien el español.

“Fue muy llamativo que los comentarios de muchos cuestionaran que por qué ese niño [del video] no habla español, lo que es una lástima porque los padres no le están hablando en español a ese niño”, le dice a BBC Mundo Mark Hugo López, director del departamento de Raza y Etnicidad del PRC y coautor del estudio.

Videos sobre No sabo kids en TikTok
TikTok
Muchos latinos en EE.UU. comparten sus buenas y malas experiencias con el dominio del español en plataformas como TikTok.

Y es que aunque EE.UU. sea considerado uno de los países con más hispanohablantes del mundo, el dominio del idioma varía mucho entre sus hablantes.

En la encuesta del PRC, un 75% de los consultados dijeron que podían mantener una conversación en español bien o muy bien. Pero del resto que no hablaba español, la mitad reconoció haber sido avergonzados por otros por no hablar bien el idioma.

Al mismo tiempo, 8 de cada 10 latinos entrevistados dijeron que no es necesario hablar español para ser considerado latino.

“Estos resultados muestran la importancia del español, por un lado, pero también que una persona puede ser latina en Estados Unidos sin hablar español”, dice López.

“Muchos dicen que es una lástima, porque esa persona está perdiendo su cultura, su identidad, por no hablar español. Pero para otros, no es importante hablar español en EE.UU. para ser latino”, añade.

Crecer sin hablar español

Vanessa Ávalos, una estadounidense de origen mexicano que vive en Chicago, rechaza el término “no sabo kid”, pues señala que eso pone la carga negativa en los niños en lugar de los adultos de su entorno que no les dan los conocimientos del idioma.

Es algo que ha vivido de forma muy personal.

“Mis papás no quisieron que mi hermano y yo habláramos español”, explica a BBC Mundo.

Su familia vivía en la década de 1980 en el estado de Texas, donde entonces se vivía un ambiente de discriminación hacia quienes hablaban en español. “Mis papás querían que nosotros no pasáramos malos momentos de racismo”.

Ávalos y su hermano, que hablan inglés como lengua materna, aprendieron español en las clases de secundaria y preparatoria por iniciativa e interés propio. “Luchamos por el idioma, por recuperarlo. Sabíamos que queríamos el idioma”, dice con orgullo.

Un salón de clases en EE.UU.
Getty Images

Tiempo después, Ávalos se dio cuenta que el español es importante no solo para saber más sobre su cultura, sino también porque es un factor que une a las familias latinas en EE.UU.

“Mi abuela no habla inglés. Desafortunadamente la mayoría de mis primos no hablan español. Entonces cuando estábamos en casa de ella, todos hablábamos inglés y ella se sentía como ‘Bueno, aquí estoy en mi casa y nadie me está hablando porque no hablan español’”, relata.

“No me gustó ver eso. Mis niños pueden hablar con mi suegro. A mi hija le gusta el fútbol y ellos ven los partidos juntos”.

Ese es un fenómeno arraigado en la cultura latina de EE.UU. Como los estudios del PRC muestran, la mayoría de los 40 millones de personas en el país que saben español lo hablan en casa. En especial, en aquellos hogares donde hay migrantes que nacieron fuera del país.

Y 6 de cada 10 latinos usan el Spanglish: la mezcla de español e inglés.

Enseñar español a los latinos

Ávalos dice que no quería que sus hijos tardaran en aprender español como le pasó a ella.

Su esposo también es de origen mexicano pero no habla español. “Pensé ‘Si nosotros no les hablamos nada de español a nuestros hijos, ellos lo van a perder también. En ese momento vi lo que podíamos hacer con nuestros hijos”, explica.

Otras personas de la comunidad latina en Chicago también querían que sus hijos hablaran español, por lo que puso manos a la obra y abrió este año un espacio que ofrece de manera didáctica y lúdica clases de acercamiento al idioma español para niños.

Los pequeños de 1 a 5 años aprenden español a través de canciones, conociendo las formas de cosas y hablando de situaciones básicas como el desayuno. Los de 5 a 9 años escriben, leen y hablan español a través de un método didáctico.

“Es algo divertido para los niños. Ahora mismo hacemos exploración de la música de Latinoamérica. Las mamás me han dicho que el español de sus hijos ha mejorado y me da gusto escuchar esto”, explica Ávalos.

“El currículo fue desarrollado por una maestra latina que tiene un programa para computadoras, una aplicación en la que los niños pueden practicar cuando se van a casa”, agrega. La meta es que en tres años los pequeños sean bilingües.

Niñas en Cielo y Luna Play Cafe
Vanessa Ávalos
Los niños en la escuela de Ávalos aprenden español con música o practicando el lenguaje de situaciones básicas.

A diferencia del pasado, los latinos en EE.UU. han cambiado su perspectiva sobre lo valioso que es hablar español como un complemento para su vida e incluso como una herramienta laboral.

“Personas que fueron jóvenes en los años 50 y 60, dicen que sus padres decían que era más importante hablar inglés y no español, porque tenían miedo sobre el futuro de sus hijos en el mercado laboral y en la sociedad en EE.UU.”, explica López, del PRC.

Pero ahora no. Ahora es diferente: una encuesta del PRC de 2019 indicó que la mayoría de los latinos que tienen hijos quieren que sus niños también hablen español”.

Además, el éxito de la música en español a nivel mundial ha despertado un gran interés entre los latinos por el idioma de su cultura.

Preservar el idioma

Sin embargo, el español que hablan muchos latinos en EE.UU. parece tener un mayor uso en la comunicación cotidiana en casa y en situaciones informales, más que en el ámbito profesional.

La mayoría no tiene un nivel para hablarlo en un empleo que requiera un cierto nivel de formalidad, según los estudios del PRC.

Otro fenómeno que se da en EE.UU. es la pérdida del idioma de los padres o abuelos entre las nuevas generaciones.

El español no escapa a esta tendencia: un 65% de los latinos de tercera generación o más no pueden mantener una conversación en español, muestra el estudio del PRC.

“Las escuelas en EE.UU. no tienen muchas clases de español que sean obligatorias para obtener un diploma”, señala López.

“Tenemos tres, cuatro décadas con diálogos sobre la importancia de una educación bilingüe, pero no ha habido muchos cambios. El inglés es el idioma de las escuelas”, añade.

Ante esto, los padres se convierten en un factor clave para que sus hijos conozcan el español y lo hagan suyo.

“Para mí era duro que mi raza se burlara de mí, porque no supiera el lenguaje”, dice Ávalos.

“En vez de reprochar a una persona por no hablar español, debemos ayudarlo. Si vas a burlarte, nadie querrá hablar español y lo vamos a perder. Es el deber los padres guiar a sus hijos para que conozcan su cultura”.

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BBC

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