El líder de Corea del Norte respondió el viernes al uso de bombarderos estadounidenses B-2 con capacidad nuclear en los ejercicios militares conjuntos con Corea del Sur con más retórica colérica, diciendo que sus fuerzas de cohetes están listas “para ajustar cuentas con Estados Unidos”.
Las amenazas, aunque no son un indicativo de guerra inminente, más probablemente tienen la intención de forzar a Corea del Sur a suavizar sus políticas, para conseguir negociaciones directas y ayuda de Washington, y para fortalecer las credenciales del joven líder Kim Jong Un en su país.
Kim “convocó una reunión operativa urgente” con generales de alto rango el viernes temprano, firmó un plan de preparación de cohetes y ordenó a sus fuerzas estar en estado de alerta para atacar la parte continental de Estados Unidos, Corea del Sur, Guam y Hawái, reportó la prensa estatal.
Se trata de la más reciente de una letanía aparentemente amenazas vacías que ha emitido Corea del Norte, incluidas unas altamente improbables de atacar con armas nucleares Estados Unidos. Expertos creen que el país asiático está a años de desarrollar misiles con cabezas nucleares que pudieran atacar a Estados Unidos.
Muchos analistas dicen que tampoco han visto evidencia de que los misiles de Pyongyang puedan llegar a territorio continental de Estados Unidos.
No obstante, Corea del Norte sigue siendo impredecible, y sus amenazas ciertamente aumentan las tensiones dado el arsenal con el que cuenta: misiles de alcance corto y medio que pueden sacudir a Corea del Sur. Además, Seúl está muy cerca de la frontera fuertemente armada que separa a las dos Coreas.
Existen temores de un conflicto confinado, como un enfrentamiento naval en las disputadas aguas del Mar Amarillo. Desde 1999 han ocurrido tres enfrentamientos de ese tipo.
Kim dijo “llegó el momento de saldar cuentas con los imperialistas estadounidenses en vista de la situación prevaleciente”, según un reporte de la Agencia Central de Noticias Coreana, institución oficial norcoreana. El vuelo de los bombarderos stealth indica que la hostilidad de Estados Unidos contra Corea del Norte “ha entrado en una fase temeraria, yendo más allá de la fase de amenaza y extorsión”, señaló Kim, según fue citado por la agencia.
Decenas de miles de norcoreanos participaron en una manifestación de 90 minutos en la plaza principal de Pyongyang en apoyo al llamado de Kim a las armas. Cantando “muerte a los imperialistas estadounidenses” y “eliminen a los agresores estadounidense”, soldados y estudiantes marcharon a través de la Plaza Kim Il Sung en el centro de Pyongyang.
Las Fuerzas de Estados Unidos en Corea dijeron que los bombarderos B-2 stealth volaron de una base aérea en Misuri y arrojaron el jueves municiones de salva en una isla sudcoreana no habitada antes de regresar a casa. El Pentágono señaló que ésta fue la primera ocasión en que bombarderos B-2 lanzan municiones de salva sobre Corea del Sur, pero más tarde agregó que no estaba claro si hubo siquiera algún vuelo de B-2 ahí.