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Las promesas del gobernador de Zacatecas contra la pobreza
Las promesas del gobernador de Zacatecas contra la pobreza
6 minutos de lectura

Las promesas del gobernador de Zacatecas contra la pobreza

13 de marzo, 2011
Por: Gerardo Romo
@WikiRamos 

Ser madre soltera en el municipio más pobre de Zacatecas no es tarea fácil, y mucho menos si como Juana María se tiene dos niñas en primaria y el estado en treinta y cinco años no ha despegado más que algunos puntos en el combate a la pobreza.

Juana María García ha venido con una carta en mano para el gobernador Miguel Alonso, a un evento oficial en el municipio de Genaro Codina, a 40 kilómetros de la capital, donde se hará el anuncio del programa Combate a la Pobreza y la Marginación que regirá los próximos 66 meses a la entidad.

Entre la multitud, Juana resume de entrada lo que desea.

—No pido dinero, sino trabajo digno para poder sacar adelante a mi familia.

De complexión delgada, 1.64 metros de estatura, lacia cabellera y aire de incansable, Juana María  pasó por las aulas de la universidad, se graduó como psicóloga educativa, y al menos por ahora de  nada le ha servido, pues  trabaja de sirvienta con vecinas que le pagan el mínimo.

Aguarda la oportunidad para llegar hasta el gobernador, quien está frente a ella, a unos veinte metros, de peinado impecable, estilo Enrique Peña Nieto, pero sin copete, flanqueado por su gabinete y desgranando cifras de la pobreza.

—Zacatecas ha avanzado sólo siete lugares en 35 años en combate a la pobreza… reprocha el priista

En la carta de Juana se resumen las consecuencias de esa pobreza: la mujer pide trabajo para hacerse de un patrimonio propio y no depender más de la casa prestada, luego de que su esposo la abandonó.

Con  la participación ciudadana tendremos el Zacatecas justo que exige la población; les propongo trabajar sin descanso — suelta el gobernador y se desatan los aplausos del gabinete, los secunda la gente que atiborra el auditorio municipal.

Juana María García se ilusiona, pretende  entregarle la carta al gobernador, en la que con letra de molde le explica su trabajo sin descanso de 2003 a la fecha y le pide un “chance”  en su área  para lograr un patrimonio propio.

Aquí 7 de cada 10 habitantes padece  insuficiencia de ingresos tal, que no pueden adquirir  una canasta básica alimentaria, menos efectuar gastos en salud o educación. Es lo que se conoce como pobreza de patrimonio.

—Tengo 7 años ofreciendo mis servicios como psicóloga y no tengo respuesta —se lamenta.

De pronto el gobernador, como dirigiendo una porra, grita:

— ¿Quieren un aula?

Entre la multitud están los niños de telesecundaria, pero no corresponden.

Es el gobernador quien entusiasta se responde así mismo:

—En este momento doy instrucciones al secretario de educación para que la construya.

Elena, para llegar  a su escuela en la comunidad de Santa Jertrudis, una de las 68 que hay aquí, recorre 4 kilómetros en media hora a sus 7 años.

En contraste, el gobernador arribó a Genaro Codina en helicóptero, a pesar de que por tierra en vehículo no se hace más de media hora.

“Me canso mucho, quisiera que me dieran una bicicleta para llegar a la escuela”, cuenta una niña tímida  de voz suave, tez morena y huesos delgados.

En la entidad hay 5 mil 49 escuelas, el rezago en aulas y baños, infraestructura básica se calculó al final del sexenio anterior en mil millones de pesos.

Delante de esta pequeña, en el auditorio donde el gobernador desglosa su plan anti marginación está Félix Salazar, vive con 800 pesos mensuales, es viudo, se acostumbró a la pobreza  como casi todos  los 8 mil 104 habitantes de este pueblo, lo que no soporta es la soledad.

—Estoy por entrar a los 81 años, quiero una compañera, me hace mucha falta.

El gobernador sigue su discurso en el pódium desde el templete dispuesto para él al centro del recinto  —En Zacatecas urge poner fin a la pobreza extrema, alarde.

Félix no escucha la promesa. Es sordo. “Si me enfermo yo sólo me curo”, dice el viejo  orgulloso de estar vivo.

Y  el gobernador continúa su rosario de buenas intenciones.

— Invertiremos mil 500 millones  para la superación de la marginación,  vamos a apostarle a un Zacatecas moderno, echaremos a andar 120 farmacias móviles con médicos para las comunidades marginadas e  instalaremos cien talleres en comunidades  para que todos los niños y niñas tengan uniformes gratuitos.

Esos compromisos a Félix no le dan esperanza, al menos no tanto como el deseo de tener  pareja que le acompañe en su último tramo, pues “ me siento solo”. Sus hijos emigraron a Estados Unidos hace más de una década

 

Válvula de escape

La entidad tiene mil 200 comunidades en pobreza extrema que afecta 150 mil habitantes y 83 zonas urbanas  de alta y muy alta marginalidad en detrimento de  160 mil más.

En este contexto la migración funciona como tabla de salvación para huir de la pobreza y buscar el  porvenir.

“Uno aquí no tiene futuro no hay empleos, por eso la gente se va para el otro lado aunque tampoco hay trabajo allá en Estados Unidos”, dice Atilano Acosta Padilla, pequeño agricultor a quien este año la sequía le borró la sonrisa.

Y no sólo eso sino que hace un par de años trató de irse a Estados Unidos pero no pudo cruzar, fue deportado por la migra.

La voz del mandatario priista Miguel Alonso  no deja de escucharse en el recinto.

“Sé bien que los hombres y mujeres tienen sed de justicia social y de un gobierno que convierta las promesas en realidades tangibles”

Al menos un miembro de las  cien mil familias que dependen del campo según estudios de la universidad de Zacatecas  han emigrado, se calcula en 10 mil el éxodo anual.

Esta práctica se remonta a finales del siglo XIX por eso hoy especialistas estiman en  un millón y medio los zacatecanos radicados  en el país del dolar.

“Tengo 63 años aquí todo el tiempo hemos estado en la pobreza tengo 4 hijos, dos  en Estados Unidos desde hace 10 años”, señala Lorenzo Chávez  pequeño agricultor

“Mis hijos no me mandan dolaritos porque apenas ajustan para ellos en Los Ángeles, tienen allá 10 años”, explica.

“Debemos Promover la justicia social en la población más rezagada”, insiste el gobernador. “No pasarán 2 años sin que cada comunidad en alta y muy alta marginación tenga luz eléctrica”, insiste el gobernador a quien algunas admiradoras le sueltan piropos en los que le piden “compartir colchón”.

Mientras adentro del recinto Miguel Alonso  trata de convencer a sus gobernados del plan para sacarlos del atraso, afuera, en las calles el panorama es inusual. Decenas de camionetas último modelo ocupan las aceras, el tráfico es inusitado, esto se debe a que todo el gabinete incluidos guarda espaldas, acudieron por obligación a respaldar la visión de su líder.

Nicolás Mota es un pequeño comerciante de Pánfilo Natera, otra pequeña y rezagada municipalidad zacatecana vecina de Genaro Codina.

“Necesitamos muchas fuentes de empleo y apoyo para mejoramiento e impulso de negocios están aquí muy mal las cosas, la gente no tiene para comprar”, dice este hombre que gracias a la gira del gobernador vendió un par de zapatos de 150 pesos cada uno.

“Requerimos una fábrica que genere empleos permanentes. Ya hemos pensado cerrar porque las ventas no dan para mucho”.

Junto a la petición otra promesa de este gobierno, crear 14 mil empleos anuales, los mínimos requeridos para salir del atolladero.

El gobernador se retira, con la promesa de que  “volverá pronto” el auditorio queda vacío y  Juan María no logró entregarle en la mano su carta al mandatario, cabizbaja regresa a casa, Félix espera le llegue una novia a sus 81 años y los campesinos, rezarán por la lluvia y sus hermanos migrantes. El show debe continuar.

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Imagen BBC