“En realidad a mi gusta contar historias. Yo siempre quise escribir poemas, libros… –dice en entrevista telefónica con Animal Político José Antonio Zúñiga, protagonista de la película Presunto Culpable – pero con la poca economía que tuvimos en mi casa no pude estudiar mucho. Sólo llegué hasta la secundaria, por eso mis historias las empecé a escribir en canciones”.
Pero la pasión por plasmar sus vivencias en una hoja de papel no es reciente. José Antonio, quien no llega a los 30 años, asegura que desde los 17 empezó a escribir, en gran medida, gracias a que se cambió de casa. De Iztacalco se fue a vivir a Iztapalapa y en su nueva colonia se hizo de un amigo que pertenecía a un grupo de raperos. Fue ese nuevo personaje en su vida quien, a sabiendas que Toño tenía talento para componer, le pidió que les escribiera unas canciones pues quería cantar rap.
“Al otro día llegué con mis rolas –recuerda Toño–, le gustaron a mi cuate y los dos comenzamos a cantar en varios lados, hasta en los vagones del metro. De pronto la gente ya nos reconocía”. En esa época la promesa de la música contaba historias que como él mismo dice “pasaban en el barrio” y ejemplifica: “una de ellas era de un boxeador que no servía para ese deporte pero se levantaba y se levantaba porque tenía una hija y la mamá de la niña estaba muerta así que no le quedaba de otra. Me gusta hacer historias que tienen un inicio, un paso del tiempo y un final”.
Zúñiga, quien está casado con Eva y ambos procrearon una niña llamada Valeria dice que todo lo que pasa a su alrededor lo inspira, más aun lo que la gente le platica. “El Hip Hop puede servir para todo: para quitarte las cosas, para plantear problemas y para dar soluciones”. A pregunta expresa el entrevistado se autodefine como un hombre que sabe escuchar y, porqué no, también conversar. Para muestra, explica que la canción que tituló “Bobby Brown” –en referencia al cantante estadounidense de Hip Hop que se divorció de Whitney Houston y ha tenido constantes problemas con las drogas– la escribió porque su hermano tiene como lema en la vida que frente a las difíciles circunstancias “siempre hay que levantarse”.
La inspiración en la cárcel
“Me confundieron” y “La reja” son algunas de las canciones que Toño escribió durante los dos años y medio que estuvo preso en el Reclusorio Oriente acusado de un homicidio que no cometió y por el que originalmente lo habían sentenciado a 20 años de cárcel. Este capítulo en su vida fue el que dio origen a la película Presunto Culpable, cinta que –a pesar de que volvió a exhibirse luego de la suspensión temporal que ordenó la jueza 12 de Distrito en materia administrativa en el Distrito Federal, Blanca Lobo– en los próximos días se resolverá si permanece o no en cartelera.
A ratos en “la tumba” (el frío y pequeño espacio que Toño tenía en el piso dentro de su celda y que ocupaba para dormir) a ratos en el patio, Zúñiga escribió la letra de “Me confundieron”: (…) Me confundieron con un chivatón protagonista de una serie policiaca de televisión/ (…) me confundieron con un delincuente aunque no lo creo lo traigo tatuado inocente en la frente / me confundieron con un indecente un borracho un drogadicto idiota que sólo mata muchachos /(…) me confundieron con un vago gacho me quitaron varios años y por esta no les cobro yo (…)
“Otra de esas canciones se la escribí a mi mamá, quien no fue la única que nos sacó adelante a mis dos hermanos y a mí, también ayudó mi padrastro que nos trató muy bien; una rola más fue la que le prometí a Dios y en la que contaba cómo veía mi vida tras las rejas”, comentó el ahora afamado personaje al otro lado del teléfono.
Con el material que escribió Toño antes y durante el tiempo que estuvo preso se formó, casi en su totalidad, el soundtrack de Presunto Culpable que, bajo el sello de EMI Music, saldrá a la venta el próximo 22 de marzo tanto en CD como en versión para bajar por internet. Las 13 canciones que incluye en el material discográfico fueron producidas, grabadas y mezcladas por Antonio “Toy” Hernández, uno de los integrantes de la agrupación Control Machete, y a quien Zúñiga conoció gracias a Lynn Fainchtein, toda una autoridad en la musicalización de películas.
“Claro que me gusta la idea de que mi música se venda –confesó Toño durante la entrevista– pero de pronto no estoy buscando ser famoso y hacer mil discos. Yo disfruto hacer mi música, sí me gustaría comercializarla pero darle mi toque. Por ejemplo, si alguien me dice que necesita 20 canciones en 8 días pues no, no voy a vender y a decir cosas que no creo ni siento”.