Los productos de fécula de maíz disponibles en México no contienen todos los nutrientes y vitaminas que anuncian en sus empaques, según revela un análisis hecho por la fundación internacional Changing Markets, dedicada a “exponer prácticas corporativas irresponsables”.
Según el estudio de Changing Markets, publicado en asociación con Proyecto Alimente y la organización ContraPESO, las etiquetas de los productos de fécula de maíz indican que “están fortificados con vitamina A, Zinc y otros micronutrientes clave”.
Pero se encontró que esos productos no están fortificados y los atoles saborizados disponibles en el mercado tienen 15% menos hierro del que anuncian y 9% menos Zinc.
En el caso específico del atole sabor galleta se detectó que tiene 20% menos hierro y 30% menos Zinc del que dice contener.
Para llegar a estas conclusiones, Changing Markets analizó la información disponible en el sitio web de Maizena México, las etiquetas de sus productos, y se evaluaron 84 muestras de productos.
Al ofrecer bajos niveles de nutrientes en estos productos, se incumple el artículo 115 fracción VII que establece que “se exigirá la fortificación obligatoria” en las harinas industrializadas de trigo y de maíz, “indicándose los nutrientes y las cantidades que deberán incluirse”, agrega el estudio.
Según Changing Markets, en México los estándares actuales indican que las harinas de trigo y de maíz nixtamalizado deben de fortificarse con hierro, zinc, ácido fólico y vitaminas B1, B2 y B3.7 y aunque los productos de Maizena que se analizaron no son de harina de maíz nixtamalizado sino que utilizan harinas como texturizadores y espesantes, en su sitio web, la marca afirma que desde la década de los noventa sus productos de fécula de maíz ‘se enriquecieron con vitaminas y minerales’.