Si en estas fiestas has comido tanto, tan variado y ahora sufres agruras, lo mejor es visitar al médico y no abusar de los antiácidos para calmar las molestias.
[contextly_sidebar id=”SVqwEBCK07G8BwvmTDAr8ZbUYpMbUiKV”]El consumo prolongado y excesivo de antiácidos, usualmente contra el reflujo gastroesofágico o la úlcera péptica, que elevan el riesgo de padecer osteoporosis, fracturas y alteraciones renales, alerta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Las comidas abundantes y apresuradas, los abusos en la ingesta de café, tabaco, refrescos y bebidas alcohólicas, así como de alimentos muy condimentados, picantes y grasosos, entre otros, traen consigo un enorme incremento en el consumo de antiácidos.
El 25% de la población ingiere antiácidos al menos una vez a la semana, la mayoría sin prescripción médica, señala José Luis García Arcadia, director del Hospital General Subzona (HGSZ) del IMSS en Tecate.
Destacó que es alarmante que miles de personas sufran de acidez intermitente, por lo que esta patología se ha convertido en una de las causas más frecuentes de solicitud de atención médica.
El especialista anotó que los antiácidos se han usado desde hace mucho tiempo para aliviar las molestias originadas por el exceso de ácido en el estómago, tales como el reflujo gastroesofágico, los ardores de estómago, y otras molestias de tipo digestivo.
Aunque suelen ser fármacos con amplio margen de seguridad, sólo son sintomáticos, no curan, su efecto dura poco, y quienes los toman con frecuencia, pese a que su consumo constante y prolongado puede acarrear problemas del sistema óseo y litiasis renal. Las consecuencias secundarias se manifiestan tras el consumo de antiácidos durante cinco años o más.
Pidió a la población acudir al médico para atenderse de forma adecuada, segura y oportuna, pues este problema puede ocultar una enfermedad neoplásica.