El pasado 19 de septiembre, tras el sismo que sacudió a la Ciudad de México y otras 3 entidades del centro del país, la calle Camarón, ubicada en la colonia del Mar, delegación Tláhuac, se convirtió en noticia nacional luego que una enorme grieta la partiera en dos.
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A un mes de la catástrofe, los trabajos de reconstrucción en la calle Camarón continúan, pero se trata de un problema de mayores dimensiones, ya que esa falla ha estado bajo los hogares de cientos de familias y en las últimas tres décadas ninguna autoridad ha querido solucionar, como señalaron a Animal Político.
“Tengo viviendo aquí más de 30 años. Tenemos folders, tenemos oficios, tenemos escritos que el problema viene del 85. Tenemos una grieta, que siempre ha permanecido desde hace tiempo. Vivimos con ella. Tratamos de mantenerla, pero… siempre cuando hay un hundimiento o un temblor, se colapsa el drenaje y ahí está el problema”, reconoció José Alfredo Hilario Carrión, jefe de manzana y vecino de la calle Camarón.
Con el sismo del 19 no sólo se colapsó el drenaje, sino que la grieta partió el asfaltó en dos, se extendió por 250 metros y levantó el piso casi medio metro. Además, brotaron nuevas ramificaciones de la falla hacia las banquetas de las viviendas.
Por más de tres décadas, los vecinos de la calle Camarón han enviado una serie de escritos a las autoridades de la delegación Tláhuac, incluidas las que gobiernan actualmente, para solicitar una solución “sensata” al tema de la grieta, pero en todos los casos los atienden únicamente por fallas del drenaje.
“Cuando hay un hundimiento o tiembla, ellos (las autoridades) dicen drenaje. Se van al drenaje, rompen la red primaria. Sacan el tubo de polietileno, porque no tenemos de asbesto… Pero siempre se colapsa. Se colapsa 40, 50 centímetros y es donde hay problemas. Entonces al romperse jala las descargas y todo el drenaje se va hacia la grieta”, explicó José Alfredo.
Una vez que las descargas del drenaje se filtran por la grieta, el suelo se reblandece. En años anteriores, en la calle de Camarones, se han abierto socavones por lo mismo, lo que ha provocado que vehículos repartidores de mercancías se queden atrapados en ellos.
Ese el problema, que de acuerdo con José Alfredo y la documentación oficial que lo respalda, no han querido resolver las autoridades delegaciones.
En el momento que Animal Político platicaba con José Alfredo, una comitiva de autoridades que portaba chalecos rosas y naranjas con logotipos y letras de la CDMX y Protección Civil, así como civiles que se identificaron como funcionarios públicos, realizaba un recorrido por la calle Camarones, en tanto una maquina cargadora con cadena removía la tierra de la grieta.
En el grupo, un civil que encabezaba la comitiva y se identificó verbalmente como el Ingeniero Javier Vertiz Macías, recomendó a los vecinos del lugar bajar la intensidad de los trabajos de la máquina, ante la posibilidad de que algunas bardas colapsaran o se abriera un socavón.
Las palabras de ingeniero Vertiz (quien hasta el 2015 se desempañaba como Director General de Obras en la delegación Álvaro Obregón), causaron malestar entre los vecinos allí presentes, quienes salieron de sus casas al notar la presencia de la comitiva.
Pilar, vecina de Camarones, es la que mayor oposición puso a las palabras del ingeniero. “Vienen a querer parar la obra personas que ni siquiera se identifican. La maquinaria, obviamente, es pesada… Pero ellos tienen otros intereses. Quieren ganar el presupuesto que le van a dar a la delegación… Esas personas no son de aquí… Que se pongan de acuerdo y que nos den la ayuda que necesitemos”.
De acuerdo con los vecinos, la constructora que está a cargo de la reparación de la grieta, contratada por el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), que depende del Gobierno de la CDMX, ha trabajado de manera coordinada con ellos y en todo momento los han mantenido informados sobre las labores.
“Esta empresa desde que llegaron emitió dictámenes, peritajes… Trajo geólogos, trajo mucha gente, no nada más entraron por entrar, y cuando ya rascaron y dijeron está máquina va a rascar era porque sabían de antemano que no se iba a caer nada. Que no se iba a agrietar”, aseguró José Alfredo.
Pero con todo y que SACMEX trabaja en la calle de Camarones, los vecinos no tienen la certeza de que el rellenado que están haciendo sea lo mejor. “Yo no sé si eso sea lo más viable, pero bueno, van a rellenar”, dijo Pilar.