El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó cambios a la Ley General de Salud para dar luz verde a la objeción de conciencia, con la cual el personal médico y de enfermería podrá rechazar la prestación de servicios, como el aborto.
Sin embargo, el dictamen indica que si la vida del paciente está en riesgo o hay una urgencia médica, “no podrá invocarse la objeción de conciencia”.
El dictamen obtuvo 313 votos a favor, 26 abstenciones y 105 en contra y estipula que el ejercicio de la objeción de conciencia no derivará en ningún tipo de discriminación laboral, de acuerdo con un comunicado de la Cámara de Diputados.
La iniciativa fue turnada al Senado para su ratificación y posible aprobación, reportó el diario Reforma.
La diputada Teresa de Jesús Lizárraga Figueroa, del PAN defendió la iniciativa y aseguró que puede ser interpuesta por el personal médico y de enfermería como la negativa a realizar procedimientos y actividades contrarias a sus convicciones éticas y morales, pero son “poner en riesgo la salud o vida del paciente, y a que no derive en la comisión de un delito”.
Otros legisladores, como Karina Sánchez Ruiz, de Nueva Alianza, cuestionaron la redacción propuesta porque pondría en riesgo la atención médica de millones de personas al abrir “la puerta a una medicina basada en valoraciones morales subjetivas”.