[contextly_sidebar id=”XLy82h4fZ4Z2DB4pFhz0jT50c5QyBnEJ”]Cuatro delfines son la última esperanza para que la vaquita marina sobreviva. Andrea, Fathom, Katrina y Splash, entrenados por la Marina de Estados para intentar rastrear y proteger a los 30 ejemplares de esta marsopa, ya están en México.
Los defines utilizarán su sonar natural para localizar a las vaquitas, luego irán a la superficie y darán aviso a sus manejadores, de acuerdo con Jim Fallin, del Centro de Sistemas Espaciales y de Operaciones Militares Navales de la Marina de Estados Unidos en el Pacífico.
Esta búsqueda forma es el arranque del Proyecto Vaquita CPR (Conservación, Protección y Recuperación), una medida de emergencia para trasladar a algunos de los ejemplares restantes a un santuario temporal con la esperanza de que puedan reproducirse en un lugar seguro, lejos de los peligros de la pesca.
Esta santuario fue inaugurado este jueves 5 de octubre por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto con la Marina, en Baja California.
Con la construcción de la #ENSAR en #SanFelipe #BC; uno de los objetivos principales es proteger y conservar la #VaquitaMarina y la #Totoaba pic.twitter.com/FAbTYR0c9q
— SEMAR México (@SEMAR_mx) 5 de octubre de 2017
Los cuatro delfines que llegaron a San Felipe se llaman: Andrea, Fathom, Katrina y Splash #SalvemosALaVaquita pic.twitter.com/YoUyryEMiQ
— Rafael Pacchiano A. (@RafaelPacchiano) 5 de octubre de 2017
Según el gobierno federal, este proyecto se financiará con tres millones de dólares aportados por organizaciones civiles internacionales y responde a una de las recomendaciones del Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA).
Les presento a los cuatro delfines que ayudarán a encontrar a la #vaquitamarina. pic.twitter.com/T9wJcaE6lT
— Rafael Pacchiano A. (@RafaelPacchiano) 5 de octubre de 2017
La reproducción de la especie, aún tras la creación de este santuario, enfrentaría tres retos, según el profesor investigador del Instituto de Oceanografía de Scripps, Octavio Aburto: la dificultad de localizar a los ejemplares ya se por aire o vía marítima, el poco estrés que pueden soportar al ser manipuladas y perseguidas, así como la baja diversidad genética que poseen por la reducción de ejemplares.
Se presume que la vaquita puede empezar a reproducirse alrededor de los 6 años. La hembra tiene sólo una cría durante la primavera, probablemente cada dos años o más. El ejemplar más viejo encontrado ha sido una hembra con una edad estimada de 21 años. Es decir, una hembra solo podría tener entre 5 y 7 crías en toda su vida reproductiva.
Además de que esta baja tasa reproductiva es un factor en contra para su reproducción, se estima que menos del 20% de los ejemplares vivos son hembras.