Las horas pasan y 35 familias no ceden. La lluvia cae por momentos, pero aun así los trabajos de rescate no se detienen. A una semana del sismo que azotó el centro de México y que ha dejado 333 muertos y miles de damnificados en cinco estados del país, el edificio de avenida Álvaro Obregón 286, de la colonia Roma, es ya el único punto en el que todavía no se pierde la esperanza.
[contextly_sidebar id=”hkJr7GBHaTON7IScm5BSIcys3cuL4DiW”]Cientos de rescatistas luchan incasablemente contra dos factores: el tiempo y una construcción irregular que los obliga a vencer una pesada estructura de concreto donde se presume podría estar por lo menos 39 personas atrapadas.
Los rescatistas perdieron horas vitales debido a que el edificio presentaba irregularidades en la construcción y eso ha retrasado las labores de rescate, reconoció Humberto Morgan, coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad del Gobierno de la CDMX y quien hasta la tarde de este martes fungía como enlace de las autoridades capitalinas con las familias que se encuentran en el lugar del siniestro.
“Se hicieron dos cosas terribles, primero subir a una altura prácticamente de seis pisos que probablemente con unas condiciones que cambiaron en la ley de obra de 1985 hubiese resistido, y segundo por alguna cosa que no entendemos se hizo un procedimiento a partir del tercer, cuarto, quinto y sexto piso, de una losa”.
Se trata de una losa que tiene base de concreto, una cama de arena y una segunda base de concreto. Cada losa tiene un espesor de 60 centímetros, cuando las losas normales tienen de 10 a 14, según el funcionario.
El sobrepeso de las losas y el aumento de los 3 pisos, provocaron que el edificio se colapsara en forma de mordida de pastel por la parte del medio y que las trabes se cayeran una sobre la otra, en forma de sándwich.
“En un primer momento la intervención de los rescatistas fue en 7 puntos de la azotea, pero desgraciadamente cuando llegamos al quinto y al cuarto piso no podíamos pasar a buscar a nadie porque estaba una trabe sobre la otra”.
En una reunión con especialistas de varios países se determinó finalmente cuadricular la losa de los pisos e irlos quitando uno por uno, para que los rescatistas pudieran ingresar a los espacios donde se presume hay personas atrapadas.
Los rescatistas han logrado entrar al edificio por atrás y por los laterales. Cavaron por las paredes de la mueblería que está a un costado y las de una clínica que se encuentra por la calle de Ámsterdam. A esas labores, se suma el reforzamiento que rescatistas y autoridades realizan constantemente para que el edificio no se venga abajo.
Después de que las familias denunciaron este lunes que las autoridades no les daban información sobre los cuerpos de víctimas que lograban recuperar de los escombros del inmueble y los sacaban a escondidas, el gobierno capitalino nombró a un nuevo enlace de comunicación para que les dé reportes informativos regulares.
Víctor Oñate Castañeda (funcionario capitalino) será el nuevo enlace de las autoridades con las familias de las víctimas del sismo, luego que desconocieran como interlocutor a Humberto Morgan. Esto se dio a conocer tras la reunión que sostuvieron familiares y el subsecretario de los derechos humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa.
La noche del martes, la Procuraduría General de la República (PGR) informó que tomarán los perfiles genéticos de las familias para poder reconocer cualquier cuerpo que sea rescatado.
Esta dependencia anunció que se instalará un trailer del Servicio Médico Forense Móvil de la Agencia de Investigación Criminal con “79 peritos especialistas en Criminalística, Fotografía, Dactiloscopía, Medicina, Ingenierías y la Unidad de Genética de Servicios Periciales, (que) tomarán muestras de sangre a los familiares de posibles personas fallecidas en este inmueble a fin de obtener los perfiles genéticos, para que conforme se haga la extracción de cuerpos se pueda establecer la identificación”.
Eso sí, advirtieron que esta labor tardará días. Los perfiles de las muestras de los familiares “se tendrán listos en los siguientes días mientras que de los cuerpos que se rescaten se tendrán en un promedio de siete días dependiendo de cada uno de ellos, con lo que se tendrá certidumbre al 100 por ciento, de que se le entregará, en este mismo sitio, el cuerpo que corresponde a los deudos, quienes aceptaron plenamente este esquema”.
Hasta el martes 26, por la noche, además de las 27 sobrevivientes, los rescatistas habían sacado de entre los escombros los cuerpos sin vida de 16 personas, entre éstas dos mujeres que no han sido identificadas.
Aun así los ánimos no decaen. La gente sigue llegando como voluntaria para remover escombros, mientras las labores de búsqueda en el interior de la mole de concreto no se detienen y los familiares de las víctimas lanzan oraciones para que se cumpla el milagro.
Los roces entre familias y autoridades, por la falta de información de las labores de rescate que realizan, se apaciguaron cuando una comitiva del gobierno federal y la CDMX acudieron poco después del mediodía del martes, para comprometerse a mantener comunicación directa con ellos.
“Vamos a confiar de nuevo en ustedes, esperemos que ahora si hagan algo”, dijo uno de los familiares durante la reunión.