Xóchitl Tress, exfuncionaria estatal en Veracruz y con quien se presume que el exgobernador Javier Duarte sostenía una relación sentimental, utilizó una empresa fantasma para comprar, en 2014, una residencia en una zona exclusiva de Boca del Río.
La empresa Grupo Comercial Terrami S.A. de C.V. —que no posee activos ni personal, y cuya sede se encuentra en una zona marginal de Veracruz— se vincula con la red de compañías fantasma revelada por Animal Político en 2016 y a las que el gobierno de Javier Duarte entregó cientos de millones de pesos por obras y servicios que no se llevaron a cabo.
La firma Terrami no fue contratista del gobierno de Veracruz, pero su dirección y socios la conectan con la red de empresas fantasma.
Una de las personas —identificado en la investigación de PGR como JMM— detrás del manejo de las cuentas bancarias de Terrami y otras empresas fachada vinculadas a Duarte está prófugo y con una orden de aprehensión girada a nivel federal, como informó Animal Político el lunes pasado.
La residencia adquirida por Xóchitl Tress es una de las tres propiedades que la Fiscalía de Veracruz identificó como evidencia de un posible enriquecimiento ilícito de la exfuncionaria, lo que provocó que fuera detenida la noche del martes pasado.
Documentos, a los que tuvo acceso Animal Político, revelan que en 2014 Xóchitl Tress adquirió la propiedad ubicada la calle Salmón 281, en el fraccionamiento Costa de Oro de Boca del Río por 2 millones 250 mil pesos. La operación se registró ante notario el 26 de marzo de ese año y el vendedor fue Ricardo Diez Deschamps.
Del monto total, Xóchitl Tress pagó solo 500 mil pesos en efectivo. El millón 750 mil pesos restante fue una transferencia electrónica, realizada por la empresa Grupo Comercial Terrami.
Dos días antes de esta operación, Grupo Comercial Terrami y Tress firmaron ante un notario un convenio de ocho páginas, del que este medio también tiene copia, donde se acuerda que la empresa haría el pago a Diez Deschamps por “instrucción” de Xóchitl y a beneficio de la misma.
En el convenio se especifica que Terrami no obtendría beneficio alguno por la compra de la casa; ni contraprestación de parte de Xóchitl, o derecho a reclamar sobre los bienes adquiridos con esa transferencia.
El documento no justifica porque la empresa, que en el papel no tiene nada que ver con la exfuncionaria de Veracruz, prácticamente le regala un millón 700 mil pesos para comprar una casa.
En el apartado de declaraciones del convenio se asienta que el domicilio de Grupo Comercial Terrami se encuentra en la calle Cacao Manzana 35 colonia Reserva Tarimoya, que es una colonia marginal de Boca del Río, donde no hay calles pavimentadas.
Como parte de las investigaciones, la Fiscalía de Veracruz acudió al domicilio y confirmó que Grupo Comercial Terrami no existe ni opera en el lugar. La sede de la empresa es en realidad un edificio deteriorado y semi abandonado.
Animal Político visitó esta colonia debido a que ahí viven personas que fueron utilizadas para la constitución de empresas fantasma que recibieron recursos públicos, como se reveló en el reportaje publicado en mayo del año pasado. En efecto no hay empresa alguna en esa zona, solo viviendas la mayoría sin servicios básicos.
Consulta el especial: Las empresas fantasma de Veracruz.
De acuerdo con el acta constitutiva, Grupo Comercial Terrami fue fundada el 16 de julio de 2012 ante la notaria Wendy Mariana Cruz de la Fuente con un capital mínimo de 50 mil pesos.
El documento indica que Terrami se dedica a múltiples actividades, desde asesorías y servicios de administración, hasta intervenir en asuntos penales, vender cualquier tipo de mercancía, construir edificios, comprar libros e incluso diseñar campañas de publicidad.
La principal accionista de la empresa y representante legal es Jacqueline Terrón Antonio, una supuesta empresaria que vive en la calle Cervantes y Padilla 1181 colonia Virgilio Uribe en Veracruz. Cuando los investigadores de la Fiscalía acudieron a ese domicilio no encontraron a Terrón Antonio y según los vecinos, nadie la conoce.
La calle Cervantes y Padilla, donde supuestamente vive Terrón Antonio, alberga múltiples compañías fantasma así como socios de las mismas.
Animal Político documentó que en esta calle hay al menos diez direcciones de empresas que recibieron contratos del gobierno de Duarte, pero ninguna de esas compañías existe realmente.
De hecho una de estas 10 empresas, Centro de Recursos de Negocios CERENE, tiene su domicilio fiscal justamente en la misma dirección en la que supuestamente vive Jacqueline Terrón. El SAT ya confirmó que ni esta empresa, ni ninguna otra de las que se ubican en la zona existen y solo simulan operaciones.
En la misma calle viven (o deberían de vivir) otros cuatro socios de distintas compañías fantasma pero ninguno está realmente en su domicilio o se fueron hace varios años.
Los nexos de Jacqueline Terrón Antonio y Grupo Comercial Terrami con la red de empresas fantasma son múltiples y complejos.
Por citar un ejemplo solamente, hay otra empresa denominada Servcons S.A. de C.V. en la que Terrón es socia de Leonardo Hernández, quien a su vez es socio de Virginia Cano Aguilera en la compañía Bepubligam S.A de C.V.
Virgina Cano es a su vez socia en la empresa AD911, una de las 20 compañías fantasma señaladas por Animal Político de desaparecer más de 645 millones de pesos que el gobierno de Duarte les dio a través de 72 contratos. El SAT luego documentó que estas empresas facturaron más de tres mil millones de pesos.
Las irregularidades en la compra de la residencia en la zona de Costa de Oro en Boca del Río no se limitan a la intervención sin justificación de una empresa fantasma sino también al precio de la propiedad.
De acuerdo con el documento notariado en el que quedó certificada la venta de la propiedad, el valor de la misma —tomando en cuenta el terreno y la construcción— era de dos millones 600 mil pesos; pero como ya se dijo, la misma fue comprada por la empresa fantasma y la exfuncionaria en dos millones 250 mil.
Es decir, el propietario original, Ricardo Diez Deschamps, no solo no ganó nada con la venta, sino que incluso perdió 350 mil pesos en la operación.
Más sospechoso es que, de acuerdo con estimaciones de la Fiscalía de Veracruz, la propiedad incluso en su valor original está subvaluada, pues su costó, tomando en cuenta el precio del metro cuadrado en la zona de Costa de Oro, superaría fácilmente los diez millones de pesos.
La residencia de la calle Salmón es una de las tres propiedades junto con un vehículo, que la Fiscalía de Veracruz señala como evidencia de un posible enriquecimiento ilícito de Xochitl Tress, y que en conjunto superan los cuatro millones de pesos.
De acuerdo con la imputación de los fiscales, el cargo que desempeñó Xóchitl Tress en la administración de Duarte, como titular del Instituto de Espacios Educativos de Veracruz, no justifica de manera alguna la capacidad para adquirir los referidos inmuebles.
La teoría de los investigadores es que estas propiedades fueron regaladas a Xochitl Tress por el exgobernador Javier Duarte y que para ello pudieron usarse recursos públicos.
Cabe señalar que en la audiencia en la que Duarte fue vinculado a proceso por lavado de dinero y delincuencia organizada (proceso a nivel federal), se expuso el resumen de una declaración de Juan José Janeiro, excolaborador de Duarte, en la que este asegura que compró propiedades a Xochitl Tress, quien era “novia” de Javier Duarte.
Janeiro dijo que compró un departamento en Ciudad de México y una camioneta Land Rover para Tress. Esos bienes no forman parte de la investigación de la Fiscalía de Veracruz.