Uno de cada cuatro reos que actualmente se encuentran en alguno de los 338 Centros Penitenciarios federales, estatales y municipales de todo el país es reincidente, de acuerdo con la primera Encuesta Nacional de la Población Privada de la Libertad (ENPOL) 2016.
[contextly_sidebar id=”kbILaOXKo4xd7Fw4w0allgUb8xNscEXH”]Los delitos por los que fueron sentenciados en la ocasión anterior a su nuevo arresto fue el robo (60%), la posesión ilegal de drogas (12.9), la portación ilegal de armas (9.7), las lesiones (8.8) y el homicidio (5.4).
El robo de vehículo (27%) fue el que más cometieron, seguido del de transeúnte (26.6) y el de casa habitación (22.2).
El 36.1% dijo haber estado recluido por su delito anterior un promedio de más de dos años, un 30.1 estuvo encarcelado mes o menos. También un porcentaje mayor (44%) declaró haber pasado más de dos años fuera de la cárcel tras cumplir su sentencia y quedar en libertad.
Para la realización de la encuesta se visitaron 338 Centros Penitenciarios federales, estatales y municipales de todo el país. Ésta confirmó las malas condiciones en que opera el sistema penitenciario mexicano a través de la aplicación de cuestionarios a la población penitenciaria.
El 75.6% de los reos que se encuentran en prisión dijeron que sufrieron algún tipo de violencia psicológica durante su arresto.
El 58.3% dijo que fue incomunicada o aislada; el 52.5 fue amenazada por autoridades con levantarle cargos falsos, el 46.2 dijo que fueron desvestidos al momento del arresto; el 40.2 fue atado y el 36.6 fue presionado para denunciar a alguien.
También se registró violencia física durante el arresto. El 63.8% señaló abuso físico por parte de autoridades.
El 59% sufrió de patadas y puñetazos; el 39 golpes con algún objeto, el 37 lesiones por aplastamiento y el 19.4 descargas eléctricas.
Una vez que fueron presentados ante el Ministerio Público, el 47.5% se declaró culpable, de ellos el 45.7% reconoció su responsabilidad de los hechos, mientras que el 24.3 fue amenazado o presionado para declararse culpable.
De acuerdo a la encuesta, el 31.9% de la población recluida se sintió insegura al interior del penal, mientras que 19.1 reportó sentirse poco seguro en su celda. Esta percepción de inseguridad aumenta en los penales estatales o municipales donde el 33% de los reos se sintieron inseguros.
La corrupción dentro de las cárceles mexicanas fue otro de los temas señalados en la encuesta.
El 66.4% de los reos dijo ser víctima de actos de corrupción, la mayoría pagó por exentar el pase de lista, tener aparatos eléctricos o cambiar de celda.
La encuesta no señaló cuánto pagaban por tener mayores privilegios, aunque sí reveló que el 87.4% pagaba a los custodios y el 36.1 a otros internos.