Lo reñido de las elecciones en el Estado de México y Coahuila, y el porcentaje de votos que obtuvieron los candidatos punteros, volvieron a poner sobre la mesa de debate las ventajas y desventajas que tendría establecer la segunda vuelta electoral en México.
[contextly_sidebar id=”wQDv8JxBqxsnNJ3fOsHg5W2OxnadqjSG”]De acuerdo con los datos del cómputo distrital, y a la espera de la resolución de las impugnaciones de Morena, en territorio mexiquense el priista Alfredo del Mazo ganó con el 33.69% de los votos, lo que significa que casi el 70% de los votantes no lo respaldó.
Además de esa carencia de apoyo, la elección ha estado en medio de señalamientos sobre compra de votos, acarreo o la intervención del gobierno federal a favor del PRI. Esto con una diferencia de menos de 3 puntos porcentuales entre los punteros, lo que también abrió interrogantes respecto a los beneficios de una segunda vuelta, para tener resultados más contundentes.
La modalidad más utilizada de segunda vuelta es la de mayoría. En ella se establece que si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos en la primera ronda, entonces los dos más votados pasen a la segunda vuelta, para definir al ganador, ya con cualquier porcentaje.
En países como Argentina, en la elección presidencial, además se establece que haya segunda vuelta si la diferencia entre los dos punteros en la primera ronda es menor de 10%.
Desde 2012, en México han sido presentadas en el Congreso al menos 14 iniciativas para implementar la segunda vuelta electoral en la elección presidencial, de gobernadores y alcaldes, sin que hayan fructificado.
A continuación algunas de las ventajas y desventajas de la segunda vuelta, de acuerdo con especialistas:
1.- Los promotores de la segunda vuelta defienden que aumentaría el respaldo o reforzaría la legitimidad del candidato ganador, evitando que llegue al poder con un porcentaje muy bajo de votos, de 30% o menos.
“Ningún presidente llegaría al poder con más electores en contra, de los que están a favor de él”, apuntó en entrevista la analista política María Amparo Casar.
2.- Incentivaría a las dos opciones que tuvieron más votos en la primera ronda a establecer acuerdos o compromisos con fuerzas políticas minoritarias, para obtener su respaldo y la victoria en la segunda vuelta, con un gobierno más incluyente.
“Cuando los dos punteros llegan a la segunda vuelta, tienen que negociar con otros partidos que no pasaron a la segunda vuelta, y eso los obliga a hacer compromisos”, mencionó Luis Carlos Ugalde, exconsejero presidente del INE y director de la consultora Integralia, en entrevista.
“Compromisos no quiere decir gobiernos de coalición, no, compromisos quiere decir ‘apóyame y yo estoy dispuesto a hacer esto durante mi sexenio, apóyame y te ofrezco ser ministro de Desarrollo Social’, y eso genera una política de inclusión”, agregó.
3.- La segunda vuelta permitiría a los ciudadanos tener un voto más reflexivo o estratégico, respecto a la primera ronda. Además, podría reducir el abstencionismo, con los ciudadanos teniendo una segunda oportunidad de acudir a las urnas, y ya con solo dos opciones en la boleta.
“Si tú tienes dos vueltas, en la primera votas con el corazón y en la segunda votas con la cabeza. En la primera vuelta votas por quien quieres, por quien te gusta, sabiendo que vas a tener una nueva oportunidad para evaluar ya claramente, entre las opciones viables, cuál te conviene más”, comentó Ugalde.
“El electorado tiene una nueva oportunidad de ponderar su voto”, coincidió Casar. “Puede reconfirmar su voto, cambiar su voto, o evitar el mal mayor, desde su punto de vista”, agregó.
4.- Otra ventaja señalada es que la segunda vuelta ofrecería resultados más “contundentes”, cifras más claras respecto a quién resultó ganador, atemperando así posibles conflictos post-electorales, como los del Estado de México o Coahuila.
Sin embargo, no siempre ocurre así.
En segunda vuelta también podrían darse elecciones muy cerradas. “La elección de Perú el año pasado, se definió por décimas”, recordó Ugalde.
En 2016, en la segunda vuelta de las presidenciales en Perú, Pedro Pablo Kuczynski ganó con el 50.12% de los votos, frente al 49.88 de Keiko Fujimori.
“Mucha gente dice que la segunda vuelta lo que haces es darte un resultado contundente, pero no es el caso. Si nosotros revisamos las votaciones de segunda vuelta en América Latina, en la última década, vamos a ver situaciones muy distintas… hay veces que la diferencia entre el primero y el segundo lugar, se cierra enormemente”, dijo Casar.
1.- Un estudio del Instituto Belisario Domínguez señala que implementar una segunda vuelta electoral implicaría aumentar el gasto en las elecciones, y aumentaría la carga operativa del Instituto Nacional Electoral (INE), o de los institutos electorales locales, si buscara aplicarse en la elección de gobernador.
Las autoridades electorales tendrían que gastar más en materiales, contratación de personal temporal, logística, instalaciones y demás.
2.- Otro punto señalado en el texto del Instituto es la interrogante de cuánto tiempo tendría que pasar para que los tribunales electorales resuelvan las impugnaciones de la primera vuelta, y la declaren válida, antes de pasar a una segunda vuelta, que también podría verse envuelta en reclamos de fraude o de recuento de votos.
3.- La analista política María Amparo Casar refiere que si bien la segunda vuelta puede reforzar la legitimidad de quien gane la elección, los datos que arroje también pueden ser un espejismo.
“Si alguien vota por Margarita Zavala, por Ricardo Anaya, por quien tú quieras, si en primera vuelta sacó 27%, esa es la fuerza real que tiene. Ya en segunda vuelta, puede llevar a que el presidente sienta que en efecto todo mundo está con él, y no se dé cuenta de que hay gente que está con él o con ella porque no tuvo remedio, porque su primera opción no salió”, comentó la doctora en Ciencias Políticas y Sociales.
“Esto puede provocar un sentimiento, o una percepción de mayor fuerza que la real”, agregó.
En ese sentido, el académico del CIDE, Javier Aparicio, mencionó que en realidad un gobernante obtiene legitimidad no por ser elegido con el 30% o el 50% de los votantes, sino por haber obtenido el triunfo cumpliendo con las normas electorales, con la ley, sin incurrir en compra de votos u otras trampas.
4.- ¿La segunda vuelta da gobernabilidad a quien resulte ganador?
La respuesta es no.
Tanto Casar como Ugalde coincidieron en ese punto, señalando casos como el de Brasil o Chile, con Rousseff y Bachelet, quienes obtuvieron triunfos en segunda vuelta, y después enfrentaron problemas de gobernabilidad, o bajos niveles de aprobación.
Tanto Casar, Ugalde y Aparicio coincidieron en que son más las ventajas que las desventajas de aplicar el sistema de segunda vuelta en México, aunque también señalaron que ese esquema no es una varita mágica que solucione todos los problemas.
“Es una equivocación sobre-vender las ventajas de la segunda vuelta, porque luego vienen las frustraciones”, dijo Casar.
“Es indispensable. Es anacrónico que en México hayamos pospuesto tanto tiempo una buena práctica internacional. Es la tendencia en el mundo. Es como si dijéramos ‘no queremos usar computadoras en México porque es una invasión de la tecnología’”, comentó Ugalde.
Desde la perspectiva de Aparicio, del CIDE, “la segunda vuelta es una buena idea para elecciones presidenciales”, aunque para las elecciones de gobernador, hay más dudas respecto a su beneficio o posible implementación.
Horacio Duarte, presidente de Morena en el Estado de México, dijo a Animal Político que no hay necesidad de segunda vuelta para que un gobernante tenga legitimidad, si desde un inicio se le permite a los votantes votar con libertad, y se respeta su voto.
“Cualquiera que llegue al gobierno con un apoyo tan bajo, evidentemente tiene un tema de legitimidad muy importante que tiene que ser subsanado… pero el asunto tiene que ver con que del origen la gente vote de manera libre”, dijo vía telefónica.
En 2015, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, dijo que más que pensar en la segunda vuelta, es necesario perfeccionar el sistema actual, para dar certidumbre a los ciudadanos.
Entre las naciones de América Latina que aplican el sistema de segunda vuelta para renovar el mandato de su gobierno están Brasil, Chile, Colombia, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Perú, Costa Rica y Ecuador.
En Europa, lo aplican Alemania, Bélgica, Francia, Polonia, Portugal y Rumania, entre otras naciones.
Los analistas consultados para la elaboración de este artículo lo consideran poco factible, aunque María Amparo Casar señala que aún hay “una ventana de oportunidad” para que se implemente.
En una columna para el diario Excélsior, refirió que, a 90 días de que inicie formalmente el proceso electoral de 2018, podría hacerse una modificación al artículo 81 de la Constitución, para establecer ese sistema.
Sin embargo, en la opinión de Ugalde, no solo sería bastante complicado instaurar la segunda vuelta, sino incluso indeseable, “porque parecería que trae dedicatoria, y eso no es bueno para el ambiente y la legitimidad de un proceso electoral a un año de distancia”.
Tras las elecciones del pasado 4 de junio, el expresidente Felipe Calderón, que ganó con el 35.91% de los votos en los comicios de 2006, señaló que en México es “vital” establecer la segunda vuelta. “Solo así se revertirá la insatisfacción con la democracia: ¡gana el que no quiere el 65%!”, publicó en Twitter.
Con datos del texto “Segunda vuelta: implicaciones de una posible implementación en México”, elaborado por Zepeda Gil, R., E. E. Ramírez Lemus y E.D. Orozco. Publicado en Temas Estratégicos No. 44, por el Instituto Belisario Domínguez, Senado de la República, México.