[contextly_sidebar id=”SM7yqLvjibc5p8w2sLkNRnmZYFJd1CMq”]A través de su trabajo, Salvador Adame dio voz a quienes no eran escuchados y se convirtió en un crítico de las arbitrariedades cometidas por autoridades municipales, estatales y federales.
De 45 años, Salvador Adame vivía con sus tres hijos y su esposa, Frida Urtiz, quienes a tres semanas de la desaparición del periodista no dejan de buscarlo y guardan la esperanza de que aparezca con vida.
Salvador Adame fue privado ilegalmente de su libertad desde el pasado 18 de mayo, por un grupo de hombres armados y desde entonces nadie sabe nada de su paradero.
De acuerdo con su esposa, el periodista estaba en quiebra y tenía problemas por su crítica al alcalde perredista de Múgica, Salvador Ruiz Ruiz.
“Mi esposo ha sido muy crítico de los gobiernos municipales, sus investigaciones siempre tenían que ver con asuntos públicos, pero nunca habíamos tenido problemas sino hasta ahora con el alcalde Salvador Ruiz”, asegura Frida.
Salvador Adame se inició en el periodismo no como reportero, sino como albañil, pues él construyó el estudio de Canal 6 TV, con ayuda de su suegro, Javier Urtiz Magaña, quien fue el pionero de la televisión en la región de Tierra Caliente.
“Junto a mi padre se iniciaron un montón de colaboradores. Él produjo muchos programas, ahí iniciamos mi esposo y yo en el sueño de ése loco que decían era mi padre”, relató Frida, quien comenzó como maquillista en la televisora.
En 2010, impulsados por la necesidad de que su hija mayor estudiara la universidad, Salvador y Frida intensificaron su labor en el canal, por lo que, además del noticiero, Frida se hizo cargo de un programa de revista.
“Mi esposo y yo somos los dueños del canal, teníamos convenios de publicidad con el municipio de Múgica de difundir la labor que todas las administraciones tienen la obligación de hacerle saber a la ciudadanía y desistimos de ello ante la presión que recibíamos”, recuerda Frida.
A una semana de la protesta en la PGR por parte de una comitiva de familiares de Salvador Adame y de periodistas michoacanos y a 21 días de su desaparición, las investigaciones no avanzan.
El pasado 6 de junio, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán notificó a un grupo de periodistas, que denunciaron ser víctimas indirectas por la desaparición de su colega, que no tienen una respuesta a la solicitud.
La Procuraduría “alargó su determinación sobre si nos declara víctimas indirectas, lo que entorpece la ruta legal. En caso de ser reconocidos como víctimas indirectas, tendríamos acceso al proceso de investigación, que es donde se gesta la impunidad en los casos de periodistas desaparecidos o asesinados que existen en el país”, aseguraron los periodistas.
Lo que hizo la Procuraduría, denunciaron los periodistas, fue llamar por separado a cada uno de las personas que presentamos la denuncia para determinar la cercanía con Salvador Adame Pardo y someterse a exámenes psicológicos para determinar el grado de afectación que tenían en lo particular.
“Lo observamos como un intento de manipulación e intimidación para evitar el reconocimiento de nuestro carácter como víctimas indirectas, ya que como periodistas la desaparición de cualquier compañero de gremio nos deja una sensación de incertidumbre, zozobra, temor a que nos pueda ocurrir a cualquiera”.
Ante ese panorama y a través de carta a la opinión pública, los periodistas explicaron que si la Procuraduría Michoacana no los reconoce como víctimas indirectas, ellos analizarán la posibilidad de recurrir al juicio de amparo para que sea una autoridad jurisdiccional la que se pronuncie.