Alfredo del Mazo Maza gobernará el Estado de México con 18.1% de los votos posibles, el porcentaje más bajo en la historia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en esa entidad.
[contextly_sidebar id=”fKuEoVNBZ5G0Xo4ai0Q589aBEepZZxpw”]Del total de 11.3 millones de electores que podrían decidir el futuro político del Estado de México, solo uno de cada seis votaron por el candidato del PRI, y con ello mantuvieron en el poder a una dinastía política familiar que suma tres gobernadores: abuelo, padre y ahora el hijo, todos Del Mazo; incluso un presidente de la República, el primo Enrique Peña Nieto.
El resultado de la elección del Estado de México muestra un desplome, con respecto al proceso electoral anterior, pues Eruviel Ávila logró el respaldo de 28.5%, prácticamente uno de cada cuatro electores.
La elección también representa un crecimiento inédito para un partido como Morena, pues en su primera elección de gobernador en esa entidad se ubicó como la segunda fuerza política.
Las elecciones de 1993, fueron para el PRI como un día de campo. Emilio Chuayffet Chemor, un toluqueño que hizo carrera entre el antiguo Distrito Federal y el Estado de México, fue nombrado candidato, aunque su estancia en la gubernatura fue de apenas dos años. En 1995 fue convocado por el entonces presidente Ernesto Zedillo para ocupar la Secretaría de Gobernación.
A pesar de que tuvo como contrincantes a los panistas Luis Felipe Bravo Mena y al perredista Alejandro Encinas, la elección fue un triunfo contundente para el PRI.
Los datos que guarda el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) señalan que Chuayffet obtuvo casi 1.9 millones de votos cuando la lista nominal de esa entidad sumaba 5.2 millones de electores. Es decir, 37% de los votos posibles.
En 1999, Arturo Montiel Rojas tuvo otra historia. Los datos estadísticos del IEEM revelan que Montiel obtuvo la votación más baja en número netos en las últimas cinco elecciones, apenas 1.3 millones de sufragios. La lista nominal se incrementó a 7.1 millones, por lo que solo tuvo 19.2% de los votos posibles.
En esa elección el candidato del PRI enfrentó dos coaliciones, la del PAN-Verde que impulsó a José Luis Durán, quién logró sumar 1.1 millones de votos, y la del PRD-PT que llevó a Higinio Martínez como candidato.
En los siguientes procesos electorales el PRI, que a nivel nacional había perdido la Presidencia, impulsó a un joven integrante del partido y miembro de una dinastía política en Atlacomulco, y logró la gubernatura con una votación holgada.
Al sobrino de Arturo Montiel, Enrique Peña Nieto le tocó competir con dos alianzas, la del PAN-PVEM con Rubén Mendoza como candidato, y PT-PRD que puso en una boleta a la primera candidata mujer en la entidad, la empresaria Yeidkol Polevnsky para ese entonces ya vinculada a Andrés Manuel López Obrador, quién seguía siendo perredista.
Peña Nieto sumó un total de 1.8 millones de sufragios, lo que representó 20.3% de los votos posibles, y con eso ganó dos a uno a sus contrincantes que se repartieron poco más de 900 mil votos por candidatura, respectivamente.
Y tras la salida de Peña Nieto, quién ya apuntaba a la candidatura presidencial, se definió que el sucesor sería Eruviel Ávila Villegas, que venía de ser presidente municipal de Ecatepec y presidente del PRI en la entidad.
Ávila Villegas prácticamente arrasó en la contienda, superó tres a uno a su más cercano competidor, el perredista Alejandro Encinas quién por segunda ocasión intentó llegar a la gubernatura del Estado de México, impulsado por la alianza PRD-PT-Movimiento Ciudadano.
Luis Felipe Bravo Mena también repitió como candidato por el PAN, y mantuvó prácticamente el mismo resultado que 12 años atrás, 598 mil votos.
Eruviel Ávila recibió el aval de 28.5%, prácticamente uno de cada tres electores para continuar con la hegemonía tricolor.
Seis años después, el candidato Alfredo del Mazo se desplomó hasta 18.1%, a pesar de que llegó a la elección en alianza con el PVEM, Nueva Alianza y Encuentro Social. El porcentaje más bajo para el grupo político que ha mantenido desde hace varias décadas el control esa entidad, la más grande en población y en votos de todo el país.