Francisco Javier Valdez, el hijo del periodista Javier Valdez asesinado hace unos días en Culiacán, Sinaloa, pidió no dejar solo a su padre, y recordarlo a través de la exigencia de justicia. Con una una carta publicada en redes sociales, y difundida por diversos medios, el joven honró a uno de los periodistas más reconocidos por su cobertura del narcotráfico en México, y a favor de la libertad de expresión.
[contextly_sidebar id=”Aib0nHvRDGu8TcRr8xosyBSedIsgesUq”] “¿Padre, dónde estás? Te busco en todas partes, en cada espacio, en cada objeto que palpaste, te busco en mi sueños, pero no te veo. No veo tu cara, tu cuerpo grande y ya desgastado, ya con medio siglo. Medio siglo luchaste por muchos, diste lo que tenías, entregaste lo más humano de ti a nosotros, tus hijos y a mi hermosa madre. Ahora, ¿quién me ilustrará, quién me regalará libros a montones, quién me abrazará como tú lo hiciste, quién me aplaudirá en mis logros, quién me brindará el amor tan cálido?
Me han dejado sin tu amor, sin la mitad de mi corazón. Me robaste el corazón, te ganaste mi cariño, te di lo mejor de mi: mi amor. Te puedo sentir, en cada paso, en cada verso que leo, en cada poema que escribiste y escribí.
Me quedé con tu música, con tus películas, con tus libros, con tus lentes, con tus plumas sin tinta, con tus abrazos, tus besos, tus sonrisas, te conozco de la forma más profunda. Ahora, ahora te tengo en mis brazos, y te abrazo, y te apapacho como tú lo hiciste cuando yo era un bebé. Ahora me toca a mi, ahora camino contigo, nos tomamos una cerveza, cantamos juntos.
Iré a ver el amanecer más seguido, iré a observar a los patos en su temporada, iré a los lugares que frecuentabas, abrazaré a cada persona que me recuerde a ti, porque será como abrazar tu amor en otros, será como abrazarte a ti y volver a sentirte.
Eres la persona que más me ha motivado, tal vez seamos muy diferentes, pero eres el mejor ejemplo que tengo en mi vida, porque siempre hiciste lo que quisiste, lograste lo que muchos quisieron, te desvelaste, lloraste, cantaste, bailaste, sonreíste en momentos tan turbios de tu vida.
Ahora estás en paz, y es lo que yo quiero para ti. Y no dudes que les hablaré a mis hijos de ti, les diré lo valiente y chingón que fuiste, emularé todo mi amor en ellos, y para mi será la forma de mantenerte vivo, de mantenerte conmigo y con todos.
Ya muerto, te dije al oído que nunca te íbamos a olvidar, y así va a ser papá: voy a alzar tu brazo en cada progreso, voy a saludar como tú lo hacías, porque yo soy tú, cada vez que se haga justicia va a ir a nombre tuyo también.
Es solo un poco de lo que te quiero decir, y que cuando vuelvas, aquí tendrás tu casa, tu silla, tu café, y todo nuestro amor de todos los que te amamos.
NO DEJEMOS A MI PADRE SOLO, ÉL OCUPA LA AYUDA DE TODOS, ES TODO LO QUE LES PIDO.”