Ninguna secretaría de Estado se pasó más que Presidencia en su gasto anual respecto a lo que asignó la Cámara de Diputados. En la Oficina de Enrique Peña Nieto el incremento en 2016 fue de 85%, para superar lo presupuestado por mil 600 millones de pesos, según datos de la Cuenta Pública.
[contextly_sidebar id=”6VnoStV32wQWKETgSU0N5I9YEfG2nXG3″]De entre las 19 secretarías de Estado del gobierno federal, Presidencia es la que proporcionalmente aumentó más su gasto seguido por la Secretaría de la Función Pública, la de Turismo, Relaciones Exteriores y Hacienda.
Ésta última, por ejemplo, de tener un presupuesto asignado de 28 mil 500 millones de pesos, cerró el año gastando 48 mil 360 millones, 70% más.
Los datos de la Cuenta Pública 2016 muestran que la vocería de la Presidencia superó su gastó por 31%, gastando 48.6 millones de pesos más de lo presupuestado.
La Secretaría Particular del Presidente y la Jefatura de la Oficina de Presidencia también aumentaron su presupuesto; cada una gastó 12.5 millones de pesos de más.
El aumento presupuestal comparado con lo que asignó el Congreso se da en un año en que el gobierno federal insistió en el discurso de “amarrarse el cinturón” y recortar el gasto del gobierno federal.
Y es que mientras en Presidencia hubo un aumento del gasto de 85%, otras secretarías sí recortaron en distintas áreas.
Por ejemplo, la Secretaría de Salud, la de Desarrollo Social y la de Medio Ambiente y Recursos Naturales sí cerraron el año con un gasto reducido en comparación con lo planeado por los diputados.
En la Cuenta Pública, la Secretaría de Hacienda informa que en la Administración Pública se registraron ahorros por 946 millones de pesos y que se realizaron diversos ajustes en el gasto corriente.
Pero ese ahorro no es suficiente, pues sumando todo el gasto del sector público —incluyendo secretarías, órganos autónomos, transferencias estatales y municipales, por ejemplo— no hay un recorte.
El gasto de todos los entes públicos del país ascendió a 5 billones 377 mil 849.6 millones de pesos, monto 12.9% superior a lo presupuestado y 4.6% en comparación con el gasto total del año anterior.
La Secretaría de Hacienda argumenta que ese incremento en el gasto se debió a que a lo largo del año hubo mayores ingresos; pero lo cierto es que el monto total del gasto público terminó siendo superior, tanto respecto de lo aprobado por el Congreso como en comparación con lo ejercido el año anterior, pese a la promesa de austeridad y recorte.
Parte de los compromisos de ahorro, por ejemplo, incluían limitar y racionalizar los recursos para viáticos, pero estos también aumentaron, según los datos de la Cuenta Pública.
La partida de traslados y viáticos del gobierno federal tenía un monto asignado de 7 mil 780 millones de pesos, pero al cierre del año se gastó 49% más hasta llegar a los 11 ml 567 millones de pesos.
Parte de los montos que aumentaron y que suman más gasto en el sector público son las transferencias extraordinarias para Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, en tema de pensiones y jubilaciones.
La Cuenta Pública señala que, como parte de la Reforma Energética, el gobierno federal entregó a Pemex 160 mil 730.6 millones de pesos; mientras que para la CFE ese monto ascendió a 161 mil 080.2 millones.