Por medio de procedimientos administrativos irregulares, la delegación Coyoacán –encabezada por el perredista José Valentín Maldonado– entregó a la líder de ambulantes Mary Cruz Ruiz Soledad toda la escalinata de acceso al tradicional mercado público Montserrat-La Bola, erigido hace 44 años y conocido popularmente por su arquitectura cupular.
[contextly_sidebar id=”OyY8u0OLFLdnrSrwqg2ULQYvEbz5oyBp”]Hace dos décadas, la vía pública alrededor de este mercado, así como su patio exterior, fueron invadidos por comerciantes ambulantes encabezados por Mary Cruz Ruiz Soledad, quien se apropió de la escalinata de acceso y de una bodega lateral del mercado, para montar ahí su propio comercio, levantado inicialmente con tubos, y finalmente con paredes fijas de lámina, bautizando este espacio como “Local 232”.
Incluso, la líder de ambulantes obtuvo una cédula irregular que la acreditaba como locataria, y amparada en ella comenzó a ampliar su local.
En 1997, los locatarios verdaderos lograron que la delegación Coyoacán realizara una inspección al mercado, para verificar que esta construcción levantada en el acceso principal era ilegal.
Tal como consta en los registros oficiales de dicha inspección, el entonces jefe de la Unidad de Protección Civil de Coyoacán, Rafael Hernández González, reportó que “se realizó la visita de supervisión al local 232, del Mercado Ajusco Montserrat (La Bola) y se pudo observar que el citado local carece de las medidas básicas de seguridad, y que a su vez no cuenta con el equipo de prevención de incendios”.
Al haberse construido en un área común del mercado, el equipo de Protección Civil también detectó que dentro del local 232 quedó “un tablero eléctrico general, sin la tapa de seguridad, y en condiciones de riesgo para las personas que asisten a ese mercado (…) esto provoca riesgos colaterales que inminentemente causarían daños al mercado y perjuicio a sus ocupantes”.
Además de estas observaciones en materia de seguridad, el entonces subdelegado Jurídico de Coyoacán, Juan Felipe Terán Heftti notificó al administrador del mercado La Bola que “la cédula otorgada al local 232 es irregular y se procederá a cancelarla de manera definitiva”.
Además, se informaba que “se procederá a clausurar el área común” invadida para que “funcione como anteriormente estaba operando”, es decir, como escalinata una parte y como bodega de mercado, la otra.
Tal como denunciaron representantes de los locatarios del Mercado La Bola, cuya identidad se reserva por razones de seguridad, aún cuando en 1997 la delegación Coyoacán determinó recuperar el acceso principal al mercado, y cancelar “de manera definitiva” la cédula “irregular” con la que operaba el local 232, ninguna de las dos cosas ocurrió.
El local siguió ahí, invadiendo el acceso al mercado con sus paredes de metal: en 2012, la delegación Coyoacán (entonces con el perredista Mauricio Toledo al frente) reactivó la cédula irregular supuestamente cancelada “de manera definitiva”, y para septiembre de 2016, la actual administración delegacional, encabezada por Valentín Maldonado, autorizó a la líder de ambulantes “remodelar” su local, justificando la autorización en el “deterioro del paso del tiempo”.
Esta autorización, de la cual Animal Político posee copia, va firmada por el actual director Jurídico de Coyoacán, Salvador Frausto.
“La remodelación consistió en construir el puesto que invade el acceso al mercado, ahora con ladrillos… y de dos plantas”, denunciaron los locatarios establecidos.
–¿Qué objetivo pueden tener las autoridades delegacionales, para cobijar estas irregularidades? –se consultó al representante de los locatarios inconormes.
–Mira, la señora Ruiz Soledad tiene 200 puestos ambulantes alrededor de este mercado, y de otros mercados públicos de la zona, o sea, 200 familias que dan votos, y que dan dinero por medio de cuotas, a los delegados en turno. Esta señora es amiga de Mauricio Toledo (delegado en Coyoacán en el periodo 2012-2015), y del actual delegado, Valentín Maldonado. Está tan apalancada que incluso ha tenido el descaro de ofrecernos conseguir presupuesto para reparar la cúpula del mercado, si la dejamos en paz. Obviamente le dijimos “no, gracias”.
A pesar de que en la Ciudad de México está prohibido realizar obras que tengan como objeto “ocupar áreas de uso común” en los mercados (según lo establecido en los Lineamientos de Operación y Funcionamiento de los Mercados Públicos del Distrito Federal), la obra permanente para ocupar el acceso al mercado La Bola no sólo fue autorizada por el titular del área jurídica de la delegación Coyoacán, sino también por sus direcciones general de Obras y de Protección Civil.
Consultado en torno a esta problemática, el director Jurídico de Coyoacán, Salvador Frausto, informó que “nosotros dimos la autorización, de acuerdo a las facultades que nos da la Ley de Mercados, para la remodelación de un local que no es nuevo, que ya existía”.
El funcionario aseguró que el local que invade el acceso al mercado “ya cuenta con cédula de empadronamiento, no de ahorita, sino que la obtuvo en su debido momento”, y subrayó que la obra realizada “no es una afectación estructural al mercado, al origen de este”.
En torno a la invasión del acceso principal del mercado público, Frausto aseguró que “a pesar de que (el local 232) no está en el ala principal (dentro del mercado), donde están todos los puestos, en la entrada del mercado tenemos varios locales, que igualmente pertenecen al mercado, que no son irregulares”.
El problema, explicó, se debe a que “los mercados son una comunidad, pero siempre hay, como en todas las familias, problemas al interior, que ellos tienen que solucionar”.
No obstante, concluyó, “si los locatarios tienen alguna molestia, pueden acudir ante las instancias correspondientes: nosotros tenemos una Contraloría Interna y yo les diría que hagan su denuncia. Nosotros contestaremos lo que a nuestro derecho corresponda, como funcionarios públicos, y también haremos valer la legislación”.
Por su parte, los locatarios informaron que la denuncia contra los funcionarios que han autorizado estos procedimientos ya fue presentada, y reconocieron que “efectivamente, esos funcionarios nos han amedrentado, diciendo que ahora van a revisarnos puesto por puesto, para ver qué nos encuentran. Eso, para nosotros, es una amenaza, y sí, ya vinieron de salubridad a revisarnos, a los locatarios, no a los ambulantes de afuera, pero nosotros tenemos todo en orden, entonces, no nos espantan, pero sí, ellos lo intentan”.