Creada por Naciones Unidas en 1977, la jornada del 8 de marzo refleja este año las múltiples manifestaciones de millones de mujeres organizadas en estos últimos meses para defender sus derechos ante la explosión del número de feminicidios en América Latina, las políticas que cuestionan el derecho al aborto en Europa y la exaltación de los discursos machistas.
Contra Trump y #NiUnaMenos
La lucha contra la violencia sigue siendo un tema preocupante. Según la ONU, un 35% de las mujeres han sido víctimas de violencia física o sexual en el mundo, 200 millones de chicas o mujeres han sufrido una forma de escisión y 700 millones de mujeres fueron obligadas a casarse antes de los 18 años.
En octubre pasado, fue toda América Latina la que se alzó contra los feminicidios a través del movimiento #NiUnaMenos, surgido en Argentina tras la muerte de una adolescente, drogada y violada.
“Las redes sociales han servido de catarsis”, dice Ariadna Estévez, investigadora en la Universidad Nacional Autónoma de México, congratulándose por “el despertar” de esta región.
“Estamos en cólera pero no somos impotentes”, añade por su parte Barbara Nowacka. “Los derechos de la mujer están en peligro más que nunca, pero se debaten más”.
En enero, un día después de la investidura de Donald Trump, cuyos comentarios vulgares sobre las mujeres en 2005 sacados a la luz durante la campaña electoral dieron la vuelta al mundo, la “Marcha de lasMujeres” congregó a más de dos millones de personas en todo el planeta, principalmente en Estados Unidos.
Luciendo gorros rosas con orejas de gato, en referencia a un juego de palabras en inglés con la palabra “pussy”, que quiere decir gatito y también se refiere peyorativamente al sexo femenino, los manifestantes salieron a la calle para oponerse al programa del nuevo presidente y defender el aborto en la primera potencia mundial.
Dos días después de la gigantesca protesta, Trump aparecía en el despecho oval, rodeado de consejeros exclusivamente hombres, firmando un decreto para prohibir la financiación de ONG extranjeras que apoyen el aborto.
¿A qué se enfrentan las mujeres mexicanas?
En México, las mujeres enfrentan mayores adversidades cuando se trata de ocupar cargos directivos –en la iniciativa privada o pública–, así como para acceder a actividades deportivas o de salud, de acuerdo con diferentes investigaciones realizadas por el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados.
Un ejemplo: el estudio Mujeres y trabajos no convencionales en México revela que en el ámbito de oportunidades laborales hay dependencias del gobierno, por ejemplo, donde la totalidad de los cargos directivos los tienen hombres.
En el ámbito deportivo la situación no es alentadora. En general, la participación de mujeres en los Juegos Olímpicos es de 36 mujeres por cada 100 hombres, pero en el caso de México la situación es aún peor: 25 mujeres por cada 100 deportistas hombres.
Animal Político te presenta 8 datos para conocer la situación de las mujeres en México:
1.- Las mujeres ocupan el 31% de los puestos de alta dirección en México, 7% son miembros de la junta directiva de las empresas donde laboran y sólo un 2% son empresarias (en comparación con 6% de los hombres).
2.- En el ámbito de la función pública, el estudio “Inclusión de las mujeres en la toma de decisiones en la vida política y democrática de México señala que , en el caso de la Secretaría de Marina por ejemplo, 100% de los cargos de dirección son ocupados por hombres, mientras que en la Secretaría de la Defensa Nacional las mujeres ocupan 1% de los cargos a su mando.
En el caso de la Consejería Jurídica Federal y Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de cada 10 direcciones de mando, 4 son ocupadas por mujeres.
3.- En el tema de participación política, el mismo estudio refiere que por cada 100 participantes hombres solo 37 mujeres tuvieron la oportunidad de ser elegidas como candidatas a la Gubernatura de su estado.
4. Mientras la tendencia en los Juegos Olímpicos de 1986 a 2016 refiere que por cada 100 hombres deportistas participan 36 mujeres, en el caso de México la tendencia es de 100 hombres por 25 mujeres atletas, indica el estudio el estudio Transversalización de la Perspectiva de Género en el Ámbito Deportivo Mexicano.
5.- El Diagnóstico de la problemática de las mujeres jóvenes en México revela que la iformación estadística referente a los trastornos del comportamiento alimentario estima que el 90% de los pacientes que padecen anorexia y bulimia son mujeres, mientras que el otro 10% son hombres.
6.-En materia de adicciones, el mismo diagnóstico revela que si bien los hombres son los que más consumen drogas “existe una ausencia de servicios adaptados a las necesidades de las mujeres en esta condición, en tanto existen refugios para mujeres víctimas de violencia en las que generalmente se les niega el acceso a las mujeres drogodependientes.
7.-Un estudio relacionado con la participación de las mujeres en educación superior refiere que si bien tienen una participación mayor que los hombres en cuenta al número de egresadas, siguen viviendo un “acceso limitado a la educación en general, y por consecuencia a la educación superior en particular”, además señalan que siguen existiendo “prácticas discriminatorias en materia de nombramientos y ascensos profesionales”, así como “tensiones derivadas de la doble función familiar y profesional” y “actitudes negativas de la familia” contra ellas.
8.-En el caso de las mujeres que viven en comunidades rurales, un estudio indica que su situación representa grandes desventajas respecto al resto de la población en México. Pues si bien en las últimas décadas se ha incrementado su participaron en el campo, en términos de producción económica esta es menor respecto al promedio nacional, y presenta una estructura ocupacional diferente, con una mayor proporción de mujeres en las actividades primarias (17%) y en las actividades secundarias (19%) en comparación con las zonas urbanas.
Por lo que se refiere a las remuneraciones, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo registran que en el sector rural el 18% de las mujeres no recibían ingresos; el 31% percibió hasta un salario mínimo. El 46% de las mujeres rurales percibieron más de un salario mínimo, mientras que el total nacional fue de 65 %.
Con información de AFP y Verónica Santamaría (@VeronuK)